" Cálla treinta y cuatro" ( by Alargaor )
Nos numeraban para todo. Incluso sentados ya dentro de clase.
A ver: "34" (Yo en la realidad era el "67", y mi amigo desde la infancia -nunca mejor dicho- el "64"). A ver: "34", ¿Te quieres callar de una vez? Y yo me callaba -casi que para siempre-. Hoy hablan 34 alumnos a la vez, se les manda callar, y a veces hasta se callan. Al momento siguen compulsivamente con sus paliques. Lo importante es hablar en y con clase.
Oigo y veo a una top-model decir a cámara:..."Es que el dragón grande se come al dragón chico". Y se queda tan pancha. Instalada, -también ella- en el numeral 34. Textil y mentalmente.
Imagino los subsiguientes ardores digestivos del pobre dragón grande, teniendo en cuenta que el dragón chico al que ha devorado tenía en sus vísceras un potente lanzallamas, -posiblemente con menos gas que el lanzallamas del grande, no digo que no-,pero os juro que soy absolutamente incapaz de imaginar cómo se puede llegar a confundir un anillo de nibelungo con un refrán.
Oigo en la radio mil tertulias en las que tal y cual dicen "puaff".
Lo importante es hablar. Y si van de política, mejor no digo nada, aunque no se lleve. Al menos yo callo. Tú, Claudio.
A las falsedades, banalidades, tópicos, refranes (incorrectos, o lo que es peor, del todo incoherentes), desahogos marujiles, piltrafas y sinsentidos varios, antiguamente se les decía, eso sí, cuidadosa y personalmente, y sólo a quienes las decían,(¿será por decir?):
"Oye,no digas más tonterias que sube el pan".Y como por aquél entonces no había demasiada libertad de expresión que se pueda decir ahora, pues eso, que como antes no se podían decir tantas tonterias, el precio de referencia del pan se mantenía.
¿Que por qué nos cuesta hoy el antes llamado pan lo mismo que un riñón de la segunda lumbar?...Porque hoy hablan bla bla bla para decir tonterias hasta el mismísimo Benedicto nosecuantos. To dios, vamos. Clemente incluido. El entrenador, digo.(¿Será por hablar de fútbol?)... Por eso nos cuesta hoy el pan lo que nos cuesta el pan. Casi tanto como decir "pan" dos veces seguidas.(¿Será por repetir aquello que se dice?).Me apunto y ahora digo pan dos veces seguidas, pan-pan, y lo he pagado tan caro que ya ni os lo puedo seguir contando. Porque la palmé, y esa barra de pan carísimo -que compraría mañana- que me ahorro.
¿Dirán algo de mi cuando me hayen (haciéndome el) muerto?...Ojalá que nada. Para, por lo menos, que el pan no siga subiendo.
De la baguette, de la chapata, de la media de antequera, del pan de molde, del integral, del con cereales, de los picos (¿Serán los picos para hablar?). ¿Dónde la viena ? En Austria, supongo. Y a euro y medio, por supuesto.
Mis saludos al I Congreso de Loros celebrado en Córdoba el pasado fin de semana bajo el lema: "Lo importante es hablar sin perder velocidad".
No sólo de pan vive el hambre. Donde se ponga un dragón chico...
A ver: "34" (Yo en la realidad era el "67", y mi amigo desde la infancia -nunca mejor dicho- el "64"). A ver: "34", ¿Te quieres callar de una vez? Y yo me callaba -casi que para siempre-. Hoy hablan 34 alumnos a la vez, se les manda callar, y a veces hasta se callan. Al momento siguen compulsivamente con sus paliques. Lo importante es hablar en y con clase.
Oigo y veo a una top-model decir a cámara:..."Es que el dragón grande se come al dragón chico". Y se queda tan pancha. Instalada, -también ella- en el numeral 34. Textil y mentalmente.
Imagino los subsiguientes ardores digestivos del pobre dragón grande, teniendo en cuenta que el dragón chico al que ha devorado tenía en sus vísceras un potente lanzallamas, -posiblemente con menos gas que el lanzallamas del grande, no digo que no-,pero os juro que soy absolutamente incapaz de imaginar cómo se puede llegar a confundir un anillo de nibelungo con un refrán.
Oigo en la radio mil tertulias en las que tal y cual dicen "puaff".
Lo importante es hablar. Y si van de política, mejor no digo nada, aunque no se lleve. Al menos yo callo. Tú, Claudio.
A las falsedades, banalidades, tópicos, refranes (incorrectos, o lo que es peor, del todo incoherentes), desahogos marujiles, piltrafas y sinsentidos varios, antiguamente se les decía, eso sí, cuidadosa y personalmente, y sólo a quienes las decían,(¿será por decir?):
"Oye,no digas más tonterias que sube el pan".Y como por aquél entonces no había demasiada libertad de expresión que se pueda decir ahora, pues eso, que como antes no se podían decir tantas tonterias, el precio de referencia del pan se mantenía.
¿Que por qué nos cuesta hoy el antes llamado pan lo mismo que un riñón de la segunda lumbar?...Porque hoy hablan bla bla bla para decir tonterias hasta el mismísimo Benedicto nosecuantos. To dios, vamos. Clemente incluido. El entrenador, digo.(¿Será por hablar de fútbol?)... Por eso nos cuesta hoy el pan lo que nos cuesta el pan. Casi tanto como decir "pan" dos veces seguidas.(¿Será por repetir aquello que se dice?).Me apunto y ahora digo pan dos veces seguidas, pan-pan, y lo he pagado tan caro que ya ni os lo puedo seguir contando. Porque la palmé, y esa barra de pan carísimo -que compraría mañana- que me ahorro.
¿Dirán algo de mi cuando me hayen (haciéndome el) muerto?...Ojalá que nada. Para, por lo menos, que el pan no siga subiendo.
De la baguette, de la chapata, de la media de antequera, del pan de molde, del integral, del con cereales, de los picos (¿Serán los picos para hablar?). ¿Dónde la viena ? En Austria, supongo. Y a euro y medio, por supuesto.
Mis saludos al I Congreso de Loros celebrado en Córdoba el pasado fin de semana bajo el lema: "Lo importante es hablar sin perder velocidad".
No sólo de pan vive el hambre. Donde se ponga un dragón chico...
Yo no he sido....Yo no estaba hablando, a mi no me diga nada que el que hablaba era éste.(señalando al compañero de banca) (...y ahorro)