ENEMIGAS
Y llegaron los días en que marchabas
Huérfana, por lo ambiguo de la nada,
Entre la maleza de un bosque difunto,
Con el mirar mojado y los pasos mudos.
Y te vi llegar del fondo de lo oscuro,
Con el rostro lento y un río a cada lado.
Te sonaba muy a lo lejos el mundo,
Parecías bejuco de un tiempo aciago.
Te vi llegar y no supe qué decirte,
No pude despegarte de las avispas.
Es posible que ya siempre me despistes,
Y por este fracaso se atosigue mi agonía.
¿Recuerdas cuando hicimos la travesura perfecta?
Cuando jugábamos a escaparnos de la corriente,
Cuando perseguíamos las aventuras prohibidas,
Los escándalos de la calle, los amores imposibles,
¿Recuerdas cuando, por entonces, las dos, éramos la misma?
Me ha parecido sencillamente sublime. Y algo así nunca lo digo si no es en serio.
Abrazos.