DIVINA DE LA MUERTE
Tiene la realidad inasibles grietas
por donde la vida se me escapa,
diluyéndose entre falacias de nubes.
Mi hogar está en lo que huye.
A veces represento que me desangro
por una hemorragia llena de invisibles,
que nada de lo que toco me responde
que si se digna, su mirada me encoje.
Con la mujer que podría haber sido,
hice bolas de papel,
se ahogó en el retrete.
Ahora, cuando paro el despertador,
las campanas me abofetean el cerebro,
pero yo no las escucho,
me engancho a los sueños que salen pitando,
vivo a ras entre lo que se fue y lo que huye.
Vertiginoso, me ha parecido vertiginoso, quasi oleaginoso, extra vírgen cago en la ídem de buena poesía hipercontemporánea. (Jóder, qué larga) Divina de la muerte, Victoria Imperatrix Mundi. ¡Brava! .....¿Digo "como las papas" o no?...
Vino y rezos, juglara.