ALGUNOS HOMBRES BUENOS. Poema a una pintura de Manuel Enrique Ramírez Vega
Se cruza entre nosotros la médula de un tiempo sin afanes.
Se hace de noche. Se hace de noche en este astro malsano
Donde sólo habitamos el centro del conformismo
Porque la vida ya no tiene sabor, ni tampoco la lucha.
Nos han devorado el alma con tenebrosos sueños
Y es inútil tentar a la suerte de ser libres dentro de esta jaula
Donde hemos canjeado todo el viento por un puñado de raíces.
Nos queda, eso sí, mantenernos unidos, unidos pero de espaldas,
Como el bebedor a la botella, como la prostituta al chulo,
Como la víctima al verdugo, como el gusano a la carroña
En esta maldita esclavitud de último diseño,
con tus ojos en el vacío, con los míos en la sombra.
Te he notado conformista en estos versos, ¿por qué nointentar desabrochar esa espina dorsal que nos une a nuestro pesado binomio?
Rebeldía, siempre, siempre, siempre