Seguir escribiendo
Hoy es un día tan bueno como cualquier otro para dejar de escribir. He decidido dejar de hacerlo cada uno de los días de estos últimos meses, pero se ve que soy poco firme en estas convicciones mías.
Hoy me han dado un mes más de baja. Me han dicho, incluso, que podría no volver a trabajar. Y lo peor es que yo me veo normal, como siempre me he visto. Claro que también me encontraba perfectamente el pasado diecinueve de noviembre. Recuerdo que fue un día muy bonito, un gran día.
Ese día llegué a casa con unas ganas terribles de seguir escribiendo. Incluso pensé que escribiría un poco todos los días de mi vida, que llevaría un Diario. Algunos de estos apuntes serían notas de ese Diario.
Un amigo dice que cada vez se me entiende menos. Me compara con algún adalid del hermetismo (no diré con quién). Quizá sea por eso, porque cada día es una lucha inmensa, enorme, colosal para seguir escribiendo. Cada día es una lucha agotadora para seguir escribiendo.
Sigue luchando y escribiendo, Rafa, por favor. Todos lo vamos a agradecer, incluyéndote a ti mismo.
Un abrazo
Ernesto