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r y M

Cuatro días mal contados en Tenerife: muy pocos, claro, pero menos es nada. No es lo que haya visto ni a quien haya visto, es sentir que estoy cerca, muy cerca, de r que es lo más importante de mi vida. Sólo es eso y sentir que r me siente y así se siente más querida. Sacarme algunas fotos en sitios en los que puede que ella haya pasado antes: un escolar más (e iba con veintisiete). Definitivamente me voy a quitar esta barba blanca (no es barba, pero sí es blanca y me queda horrorosa), parezco papá Noel o como mucho papá Pitufo. ¿Qué me decidió a ir finalmente? No lo sé, pero creo que hay algo... ¿cómo se diría? Premonitorio o de anticipación, porque cuando se lo voy a decir, me cuenta que ha muerto M. M es el amigo que siempre estaba ahí "”perdón, que siempre está, porque sigue estando"”. Nada importante, nada que nos afecte desaparece sin más. Todo queda. En los primeros meses siempre estaba M acompañándola y yo así me sentía mucho más tranquilo. No sabíamos su edad. Pero es muy importante sentirnos acompañados y, a veces, es más importante aún que quien nosotros queremos se sienta así. Es el caso. No me importa la soledad. No me asusta ni me va a asustar, pero que ella esté o se sienta sola es lo peor que me podría pasar. M es un presa canario. Cuando estuvo en la isla vi varios. Deseaba agacharme y acariciarlos (seamos honestos, tampoco tenía que agacharme mucho) y alguna vez lo hice. Iban atados y con bozal, pero se sentían alegres al notarme tan contento acariciándolos. Quizás no lo haga demasiada gente. ¿Por qué lleva bozal? Son las ordenanzas. Ya... y un gesto de complicidad que hacía que ya no fuesen necesarias más palabras. ¿Cómo se llama? Draco. Ay, Draquito. Llamarse Draco "”o Drako"” en Icod de los Vinos no es tampoco que fuera un alarde de originalidad. ¿Usted tiene perro? Sí, tenía uno, pero falleció hace unas semanas. Vaya, lo siento mucho. Gracias. Mire, parece que aún le huele. Sí, es que aún me debe oler, además sí tengo una perra.
Resumiendo mucho la historia, M no vivía conmigo, sino con r y ella quiso ahorrarme el disgusto y pasó todo el trance de la enfermedad de M sola. Eso es demasiado para cualquier persona. Para r, M no era un perro, sino un amigo muy querido, de los que nunca nos abandonan ni nos piden nada ni nos tienen en cuenta algunos desaires que no lo son. Pero r ahora es mejor aun que hace un mes, y yo me siento muy feliz de poder decir que la tengo a mi lado. La amo. Y todos estaréis de acuerdo conmigo en que Tenerife es una de las islas más hermosas de le tierra, aunque si a La Palma le llaman la isla bonita, por algo será.

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lola
lola dice:
22/04/2013 19:03

Pues a mi me gustas con esa especie de nubecitas blancas en la barbilla. El colorido del jersey complementa al verde del paisaje y la sonrisa plácida ( como no podía ser de otra forma)refleja un cierto bienestar. Si el viaje con 27 adolescentes te ha inspirado este encantador relato, estoy segura de que eres una fuente inagotable de inspiración litararia.

Rafael Suarez Placido
Rafael Suarez Placido dice:
22/04/2013 21:58

Gracias, Lola: por lo de las nubecitas blancas en la barbilla y, también, por lo de fuente inagotable de inspiración