Luz, silencio y frío
Abrir las ventanas, dejar que entre la luz y quedarme en silencio. Estos días, además, el frío. No hay tantos ruidos que vengan de la calle. Se diría que los ruidos también están congelados. No me asusta el frío. El frío es evitable en el sur. Y se soporta. Otra cosa es el calor.
La luz y el silencio son motivos poéticos para algunos. Para mí no lo son. Si acaso son condiciones necesarias. Me aburre la poesía paisajística. Necesito que el poema me cuente algo y si es algo de su autor, mejor.
¿El paisaje es parte del autor? Es posible. En ese caso, me aburren los poetas que evocan los paisajes sin más. Otra cosa es que el paisaje se haga fuerte y se adueñe del poema y lo inunde todo y sea inevitable, porque en ese caso también se hace inevitable para mí: el paisaje sin darme cuenta del paisaje.
Prefiero las ciudades a los campos. Y, dentro de las ciudades, los interiores a los exteriores. Los bares, los salones, las aulas, casi más las librerías, una habitación, quizás el dormitorio o la cocina incluso. Nada es indigno de ser motivo poético.
Pongamos un paisaje pirenaico , alpino .... no necesita de un poeta que alabe y realce su natural e indescriptible belleza , debe de ser asi indescriptible , interpretada por cada uno sin palabras , solo con las sensaciones que le produce .
Hacer poesia de las emociones que transmiten las calles de las ciudades , los bares , las cocinas .... es para mi inconcebible , si alguien lo consigue , seria deformando demasiado la realidad