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Los sinsabores del verdadero policía, de Roberto Bolaño

Los sinsabores del verdadero policía, de Roberto Bolaño


LA NOVELA DE BOLAÑO





Los sinsabores del verdadero policía
Roberto Bolaño
Prólogo de J. A. Massoliver Ródenas
Ed. Anagrama
ISBN: 978-84-339-7221-7
Barcelona, 2011

Cita Bolaño en esta novela unos versos del Tao: "Su identidad es el misterio. / Y en este misterio / se halla la puerta de toda maravilla." Nos ofrece así una de las claves de su obra. Su poesía, íntegra en La Universidad Desconocida (20o4); sus relatos, Cuentos (2010) y sus mejores novelas, Los detectives salvajes y 2666, son vueltas de tuerca en torno a la identidad de uno de los escritores más interesantes que nos dio o, más exactamente, nos quitó el pasado fin de siglo.
Desde su muerte en 2003, han ido apareciendo libros. Ahora Anagrama, su editorial de casi siempre, nos ofrece Los sinsabores del verdadero policía. Pero enseguida comprobamos que estos sinsabores se quedan en el título: estamos ante la novela que define el Universo Bolaño. No nos extraña que empezara a redactarla en los años ochenta y que en 2003 la considerara aún inacabada, porque aunque hubiera fallecido treinta años más tarde seguiría siendo así. En ella está todo Bolaño: Chile, el exilio, México, Barcelona, la poesía latinoamericana, la francesa, la española, la vida, la universidad, la política, las contradicciones que conlleva tratar de ser consecuente, la brutalidad, el sexo, el amor, Europa, Arcimboldi, Santa Teresa, la miseria y las trampas del poder. Pero, ante todo, encontramos el amor a los libros: "Menos mal que he leído. Menos mal que aún puedo leer."
Un profesor universitario chileno, Amalfitano, viudo de cincuenta años, y su hija Rosa, de diecisiete, tras una vida nómada que les lleva por medio mundo, recalan en Barcelona, donde pasan un año, hasta que tienen que marchar a Santa Teresa, al norte de México: personajes y lugares que ya han aparecido en libros anteriores. Pero lo más importante en este libro, aquí más que nunca, es que siempre son personajes vivos, que casi podemos tocar. Dice Massoliver Ródenas, en el prólogo, que la estructura es semejante a la de Rayuela. Es posible: sobre la trama principal se superponen fragmentos que algún lector no siempre considerará imprescindibles. Leemos "que el Todo es imposible, que el conocimiento es una forma de clarificar fragmentos." Bolaño nos ofrece estos fragmentos sabiendo que "un libro era un laberinto y un desierto." Su laberinto y su desierto. Como él decía: "MI NOVELA". Pero la novela, a la altura de las mejores de las suyas, no finaliza en sus manos. Deja en el aire algunas de las historias, para que nuestra imaginación les ponga final. Nos quedamos con la sensación de que sabemos quién es el mago que actúa en Santa Teresa. Intuimos, aunque no nos dice nada, el final de Rosa. Corresponde al lector enlazar esos fragmentos, darles forma definitiva, encontrar la salida al laberinto, al desierto, que según su admirado Borges, es el más secreto de los laberintos. Y ya Bolaño nos dice: "Que no era más cómodo leer que escribir. Que leyendo se aprendía a dudar y a recordar. Que la memoria era el amor." Decir que estamos ante una de las mejores novelas de Bolaño es decir que estamos ante una de las mejores novelas de nuestro tiempo.

(Publicado en El Correo de Andalucía)