El mal poeta
Cada vez estoy más convencido de que la diferencia entre un buen o un mal escritor de poesía está en sus lecturas. Sé que esa frase no es demasiado sorprendente. Lo que quizá sí lo sea es el sentido que le doy.
Es imposible que un buen poeta sólo lea a los clásicos, ni a algunos de ellos. A eso me refiero.
Hay que leer novedades, muchas te interesarán menos y otras, pocas, lo harán más. También es posible que a ese buen poeta le interese muy especialmente algún autor menor. No me parece mal. Al contrario, podría incluso llegar a decir que sólo así la poesía que escriba estará viva. No niego que haya alguna excepción, aunque lo aclaro: no conozco ninguna. Los mejores poetas actuales sobrevaloran a poetas de un nivel muy inferior. Pero repito: siempre ha sido así. Sólo así la poesía está viva; sólo así la poesía es verdadera. De ese choque nace la pulsión de escribir. Por eso un poeta no se improvisa ni se educa. O sí, se educa, pero sólo a lo largo del tiempo. Y cuando escribo "tiempo", escribo vida. Lo que se tarde sí es más relativo. Hay quien es más rápido y hay quien no lo es. Hay también quien llega y quien no llega, pero el camino también tiene sentido. Al lado de cualquier gran poeta siempre hubo un maestro más mediocre. Y al lado de este pudo incluso haber alguien que fue más mediocre aun. A veces hay saltos. No estamos tratando con las matemáticas, hablamos de Poesía.
Pues estoy bastante de acuerdo, Rafa. La obra de un poeta -esto es solo mi opinión- es como un proyecto abierto y en marcha, por eso coincido en que la lectura solo de clásicos no es buena; para mí, acaba siendo sospechosa de un miedo al proyecto, a la apertura, a la vida en suma. La reivindicación de ese tiempo de vida que dices, la identifico con lo que llamo proyecto abierto.