15M Carga policial ante el Ministerio del Interior
httpv://www.youtube.com/watch?v=sgh9Tu16BR0
Este vídeo es una joya. Deberían darle el Pulitzer o algo así. Nos muestra exactamente en qué país vivimos.
A estas alturas ya sabrán que la pasada noche la policía nacional cargó contra una serie de manifestantes que se habían concentrado frente a la sede del Ministerio del Interior. Lo sabrán pero no sabrán todo. Eso no es fácil que ocurra. Y menos con los medios de comunicación de los que gozamos. Aunque, eso sí, todos insisten en que la carga fue contundente. Incluso los de signo más reaccionario hablan de brutalidad en la carga policial. ¿No es eso lo que querían?
La delegada del gobierno en Madrid dice que la policía seguirá actuando con contundencia ante los violentos. ¿A qué violentos se refiere? No he visto en ningún medio, ni siquiera en los afines al gobierno, nada que me lleve a pensar en violencia por parte de los manifestantes. Quizá sea como decía su casi homónimo en la Generalitat hace unos meses: la coartada perfecta para justificar la brutalidad ante el país. No sé. Se supone que esa señora es del PSOE. ¿Pero de qué nos vamos a extrañar? El candidato Rubalcaba ya ha dicho que no es tolerable "que doscientas personas pongan patas arriba una ciudad". ¿Qué es poner patas arriba una ciudad? ¿Manifestarse ante la sede del Ministerio del Interior? Porque ya lo han hecho en muchos sitios. Sus declaraciones, claro, son lamentables. ¿Doscientas personas? No me gustaría que este señor llegara a gobernar este país. No, no me gustaría. Pero aún hay algo más. Entiendo que los motivos de este cambio de postura son o electorales (las encuestas le habrán llevado a esa conclusión) o un triste afán para ser elogiado, por una vez, por los señores del PP. ¿Lo ha conseguido? No, claro que no. Un señor apellidado Manglano, de este partido, ha arremetido contra él diciendo que no saben cuándo actuar y que tenían que haberlo hecho antes. También ha hablado de la violencia desmesurada de la carga policial. ¿De qué nos vamos a extrañar? A estas alturas ya sabemos qué da de sí la política. Obviamente, ni este señor, ni sus superiores, que le habrán dictado las palabras que dijo, está aún más lejos de ser el gobierno que yo deseo para España. ¿Pero eso a quién le importa? Gaspar Llamazares, una vez más, ha sido el único que ha pedido responsabilidades por estos gravísimos hechos. Ni siquiera he visto hacerlo a Cayo Lara. Quizás esté escarmentado.
En el vídeo hay dos momentos especialmente interesantes. Uno es cuando detienen a uno de los manifestantes que está sentado a bastante distancia de los hechos. Él se opone a irse y es rodeado por varios policías. Se ve como le dan patadas "por lo bajini". ¿Por qué lo rodean? Debió parecerles un tipo muy peligroso, porque eran más de una decena. Quizá la clave esté en cuando algunos de ellos grita que no le hagan ni una foto y que no lo rueden. Quizá, entonces, se trate de rodearlo para continuar con las patadas y los golpes impunemente. Finalmente se lo llevan detenido. El otro momento es cuando hay un herido tumbado en el suelo. No tiene demasiado aspecto de ser un tipo violento. Ya sé que las apariencias engañan, pero a mí no me lo pareció. Quizá sea un tipo que creía que en este país existe el derecho a manifestarse y a protestar por situaciones injustas. No lo sé. Quizá me esté haciendo viejo y me deje engañar por las apariencias. Es probable.
Este vídeo es una joya. Deberían darle el Pulitzer o algo así. Nos muestra exactamente en qué país vivimos.
A estas alturas ya sabrán que la pasada noche la policía nacional cargó contra una serie de manifestantes que se habían concentrado frente a la sede del Ministerio del Interior. Lo sabrán pero no sabrán todo. Eso no es fácil que ocurra. Y menos con los medios de comunicación de los que gozamos. Aunque, eso sí, todos insisten en que la carga fue contundente. Incluso los de signo más reaccionario hablan de brutalidad en la carga policial. ¿No es eso lo que querían?
La delegada del gobierno en Madrid dice que la policía seguirá actuando con contundencia ante los violentos. ¿A qué violentos se refiere? No he visto en ningún medio, ni siquiera en los afines al gobierno, nada que me lleve a pensar en violencia por parte de los manifestantes. Quizá sea como decía su casi homónimo en la Generalitat hace unos meses: la coartada perfecta para justificar la brutalidad ante el país. No sé. Se supone que esa señora es del PSOE. ¿Pero de qué nos vamos a extrañar? El candidato Rubalcaba ya ha dicho que no es tolerable "que doscientas personas pongan patas arriba una ciudad". ¿Qué es poner patas arriba una ciudad? ¿Manifestarse ante la sede del Ministerio del Interior? Porque ya lo han hecho en muchos sitios. Sus declaraciones, claro, son lamentables. ¿Doscientas personas? No me gustaría que este señor llegara a gobernar este país. No, no me gustaría. Pero aún hay algo más. Entiendo que los motivos de este cambio de postura son o electorales (las encuestas le habrán llevado a esa conclusión) o un triste afán para ser elogiado, por una vez, por los señores del PP. ¿Lo ha conseguido? No, claro que no. Un señor apellidado Manglano, de este partido, ha arremetido contra él diciendo que no saben cuándo actuar y que tenían que haberlo hecho antes. También ha hablado de la violencia desmesurada de la carga policial. ¿De qué nos vamos a extrañar? A estas alturas ya sabemos qué da de sí la política. Obviamente, ni este señor, ni sus superiores, que le habrán dictado las palabras que dijo, está aún más lejos de ser el gobierno que yo deseo para España. ¿Pero eso a quién le importa? Gaspar Llamazares, una vez más, ha sido el único que ha pedido responsabilidades por estos gravísimos hechos. Ni siquiera he visto hacerlo a Cayo Lara. Quizás esté escarmentado.
En el vídeo hay dos momentos especialmente interesantes. Uno es cuando detienen a uno de los manifestantes que está sentado a bastante distancia de los hechos. Él se opone a irse y es rodeado por varios policías. Se ve como le dan patadas "por lo bajini". ¿Por qué lo rodean? Debió parecerles un tipo muy peligroso, porque eran más de una decena. Quizá la clave esté en cuando algunos de ellos grita que no le hagan ni una foto y que no lo rueden. Quizá, entonces, se trate de rodearlo para continuar con las patadas y los golpes impunemente. Finalmente se lo llevan detenido. El otro momento es cuando hay un herido tumbado en el suelo. No tiene demasiado aspecto de ser un tipo violento. Ya sé que las apariencias engañan, pero a mí no me lo pareció. Quizá sea un tipo que creía que en este país existe el derecho a manifestarse y a protestar por situaciones injustas. No lo sé. Quizá me esté haciendo viejo y me deje engañar por las apariencias. Es probable.