"¿Qué España?", por Miramamolín, el Moro.
¿Qué es España?
¿Un territorio, con su orografía, sus ciudades, sus edificios, su flora...?, ¿un espacio, con su clima, sus contaminación, sus gentes, su fauna,...? ¿Una unidad de destino en lo universal, que dijo el fascista aquél y que vaya usted a sabér qué significa?
¿Es un país, un estado, una nación, varias naciones? ¿Un sistema político? ¿Es un conjunto de personas, incluidas las flotantes?
Puedo enjaretar aquí un rosario interminable de interrogantes porque, pese a mis años y experiencia, no estoy seguro de nada, salvo de que he de morir algún día a no ser que me congele otra vez y vaya usted a saber qué pasa luego.
Lo que me asombra -sí, pese a mi edad- es que haya quien se cree tan seguro como para afirmar contundentemente y hasta con aire docto una cantidad espantable de pamemas que podría tildarse de infinita. Pamemas que pueden ser sinceras o convenías y yo me sospecho que más de éstas que de aquéllas.
"El orgullo de ser español" ¡Uhhh! O sea, de ser "producto" de un territorio, o de un espacio, o de una unidad de destino en lo universal, o de un país, o de un estado, o de una nación o conjunto de ellas, o de un conjunto de personas -de una masa-, puede que de una "cultura" (pongámosnos antes de acuerdo en definir el término cultura, claro), etc... Y ¿porqué sentir orgullo? ¿Qué se hace para ser español, salvo nacer aquí -no por voluntad propia- como se podría haber nacido en la gran puñeta? A todo tirar se puede uno sentir contento y eso según le vaya en la vida. ¿Qué trayectoria histórica han seguido los que nos precedieron en la casualidad de nacer aquí, como para sentirnos orgullosos? Reflexionemos un poco, sólo un poco, para no agotarnos:
La "grandeza" de España, según se nos ha comido el coco, fue la de echar a los "moros malos" y a los "judíos perversos" (en su mayoría gentes nacidas aquí durante ocho siglitos de ná, como quienes les echaron, cuyos herederos en religión llevan menos siglos de prevalencia); la de acabar, al amparo de la cruz y la espada, con civilizaciones como la inca, la maya o la azteca, asolar con guerras el territorio europeo, traficar con esclavos, expoliar continentes, etc..., para beneficio de las aristocracias y hambre de los españoles de la época (hay que releer la picaresca y a los clásicos de esos tiempos para comprender la "grandeza" con que vivían nuestros ancestros), es decir, mutatis mutandis, las mismas burradas que todos los imperios han cometido y cometen ahora, siempre en el nombre y con la ayuda de un dios, faltaría más.
Y desde que entró en decadencia, la historia de lo llamado España es más patética que otra cosa pues, cosechando derrotas en todos los acimutes, parece que a las clases dirigentes no se les ocurría entretenimiento mejor que organizar guerras civiles de las que sentirse orgulloso, vaya que sí.
No obstante lo dicho, habrá quien pregunte: ¿y Cervantes?, ¿y Teresa de Ávila?, ¿y Picasso? ... Pues me parece a mí que será para que se sientan orgullosos ellos o sus herederos y causahabientes, pero la tía Sabina de Cortelazor o Joseíco Buenosdías de Albuñuelas ¿porqué?
Creo que el orgullo corresponde a quien hace algo meritorio, no a quienes, siglos depués, vivan en el mismo espacio y creo que quienes se aferran a esto, lo que demuestran es una gran inseguridad en sí mismos (como los hinchas de los equipos o los fans de los cantantes, etc...). Ejemplo palmario de este tipo de patochadas es el del güervano orgulloso de los marineros de tiempos descubridores, que no eran más que piratas, traficantes de esclavos y saqueadores de tierras ajenas, como está archidemostrado documental e históricamente, que de algo tenían que vivir los pobres, con la aristocracia que les había tocado soportar.
Por lo del estatuto de Cataluña y el alto el fuego de ETA estoy leyendo otras simplezas similares, y eso que no leo lo de la ultraderecha pura y dura por preservar mi aparato digestivo de espasmos y convulsiones violentas.
"España ha muerto", escribe alguno, "fin de la España que conocemos", se lamenta otro que, al parecer, habla con poca gente porque lo que más se oye decir al personal es "¡qué país!", "tenemos lo que nos merecemos" y otras expresiones de felicidad similares. Lo de los nuevos estatutos y la negociación con ETA se describe como "empeño no patriótico" sin que, naturalmente, se defina previamente qué es lo "patriótico" y cómo se hace tal cosa.
"España es una sola nación", proclaman los que olvidan que al emperador de la "grandeza" se le grababa en los frontispicios como CAROLUS V IMPERATOR HISPANIARUM REX, o sea, rey de las Españas, plural ¿eh?, plural, no singular. Por cierto, que era extranjero, como el coronado actual.
"España es donde mejor se vive" pero no especifican si se refieren a las Koplovitz, a la Cayetana, a los jornaleros, al parado del Torrejón o al currante de la hipoteca. Y no consideran que, con seguridad, muchos parisinos o napolitanos o los nacidos en otros muchísimos lugares pensarán lo mismo de su hábitat (vivido por mí en uno de mis viajes: hostal de Bilbao, comensal que comenta con otro, "¿cómo podrá la gente vivir en Andalucía, con esas temperaturas"?). Lo siento, Ratzinger, pero todo es relativo, miusté que bien:
En este mundo traidor
Nada es verdad ni es mentira
Todo es según el color
Del cristal con que se mira...
...enseñaban en colegios de curas del nacionalcatolicismo, face 50/60años.
"Es el principio del fin", se rasgan las vestiduras, recién compradas en las rebajas, otros. Pues a lo mejor es lo que conviene, oiga, que con la historia que tenemos ... Por ejemplo, lo de la organización geopolítico-administrativa y demás: SI DESPUÉS DE TANTOS SIGLOS ANDAMOS CON ESTOS PROBLEMAS, LO QUE OCURRE ES QUE SOMOS TORPES COMO JUMENTITOS, QUE LAS FÓRMULAS EMPLEADAS NO FUNCIONAN y que, por tanto, LO INTELIGENTE ES BUSCAR OTRA VíA.
Una república federal, verbigracia, hecha desde abajo, con plena separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, elegidos mediante voto personal transferible y en listas abiertas, sin aberraciones D'Hont, en la que cada cargo electo y de confianza responda ante los electores, no ante los aparatos de los partidos, y cuyos patrimonios, junto con los de sus deudos, sean conocidos hasta el último céntimo por la ciudadanía. Tampoco sería mala idea que el político profesional ganase exactamente lo mismo que si estuviese ejerciendo su profesión u oficio.
Y no es que yo me las dé de sabio ni de infalible, ¡quiá!, es que si llevamos siglos dándonos calamonazos con una pared para salir del cuarto, debemos cambiar de pared e ir a la que tiene la puerta. Por eso, sostener lo contrario, a mí me parece tonto (que ingenuos y engañados los hay) o convenío, porque de conservar pivilegios se trata cuando se invocan el "patriotismo", la "tradición", la "gobernabilidad", etc... (¡Je!, bueno..., de esto también estoy seguro).
Salud a tu profeta, Miramamolín. Estamos de acuerdo. En todo, todo.
PACO HUELVA