FUERZAS EMERGENTES VISIBLES Y OCULTAS
Tras una siesta de varios meses, bien merecida, atisbo a través de mi neotecnológico turboturbante que, en la Españeta, los medios de bobalización dan protagonismo a unas fuerzas, antes desconocidas para mí, que parecen apuntar a un supuesto fin del bipartidismo reinante desque se fraguó el timo constitucional de 1978.
Me han llamado la atención, especialmente, las tres que relaciono a continuación:
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los misteriosos y calentones Romanones
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el pequeño Nicolás
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Podemos
No sé si vuesas mercedes habrán reparado en ello, pero yo, quizá por mi pasado musulmán adiestrado en observar a la competencia -vil por definición-, he visto enseguida un nexo de unión entre ellas:
los Romanones han trabajado y actuado siempre en iglesias, el segundo apellido de Nicolás es Iglesias y el líder de Podemos se llama Pablo Iglesias.
Campanas al vuelo, que esto significa algo. Si aplicamos el principio de parsimonia la conclusión es obvia: marchan unidos para hacerse con el poder absoluto con sumisión de los demás poderes, o sea los financieros, y su técnica ha sido impecable: unos, presuntamente, han adoctrinado y humillado a parte de la juventud y han acaparado herencias de viejas ricas, táctica eclesiástica secular; otro se ha hecho dueño de las tertulias y demás telebasuras con historias que enganchan hasta a productores de cine, y los otros se han hecho los héroes de los indignados sin futuro, es decir, que el trío ha ganado todos los nichos de mercado electoral, o sea: ¡¡la revolución total!!
De ahí que lo que digan las encuestas, verdadero diluvio en estas fechas, es irrelevante porque ¿qué nacionalcatólico va a ningunear a los Romanones? ¿Qué lector de las memorias de Mario Conde dejará de votar al nano Nicolás? ¿Y qué indignado dejará de confiar en Podemos?
Es un triángulo equilátero que rodea a todo quisque. Y no se olvide que un triángulo así es la mitad de la estrella de David, de modo que estamos ante un contubernio, una conspiración judeoeclesiástica que ni la OTAN podrá vencer.
Y como coletilla, os lanzo un reto: ¿a quiénes votaréis? Tomadlo como una encuesta, pero decidlo tras pensarlo. Y después, a misa, que entonces todo será domingo.
jeje