"De mochilas", por Miramamolín, el Moro
He indagado sobre la palabra "mochila" porque mi español, en lo tocante a este tipo de conceptos, anda un poco desfasado, pero la deriva que va tomando el mundo en el que desarrollo mi tarea profesional -la tradución para el CNI, como se sabe- le ha conferido una importancia grande a la palabra en cuestión.
Se hace proceder "mochila" del latín y del euskera, lo que no me cuadra mucho. O bien indica cierto despiste de algunos estudiosos del palabrerío, o el despiste es mío. Pero, venga de donde venga, siempre tiene algo que ver con el desplazamiento y el transporte:
Cuando se dice que viene del euskera, se hace en base a que motxil=muchacho da lugar a mochil=el muchacho que lleva los recados a los labradores, y de ahí mochila=talega, bolsa, tipo de caja … en que se llevan cosas, sea el portador soldado, desde hace siglos, o cualquier otra persona, en la actualidad.
A quien lleva la mochila se le llama mochilero, sea paisano o soldado (de éstos, los que se ocupaban específicamente de las mochilas también recibían ese apelativo).
Quienes decían que viene del latín le daban también una acepción muy concreta: cierto caparazón de la gineta, escotado de los dos arzones (hay que entender de caballos para captar el concepto, así que no me extiendo porque no es relevante ahora y, además, está en desuso).
Bueno, pues resulta que hoy día eso de andar con mochila ya te hace sospechoso de ser islamista radical y llevar bomba oculta, de modo que todos los críos que van al colegio y son morenos, si los ve uno del Yard, con sus mochilas llenas de libros, el bocata, el refresco o el batido, pueden recibir una rociada de tiros. Y cualquier mujer morena, especialmente estudiante o ejecutiva, que lleve su mochilita, ¡tan de moda!, también puede ser balaceada a placer por los del Yard … o por alguien de Piedretas de la Mar.
La cosa se agrava si el mochilero sospechoso, encima, lleva ropa rara. Para mí, de entrada, esos que llevan enorme mochila y suben, repelados, a los aviones, despedidos por sus familiares e himnos patrióticos, porque si hay una ropa estrafalaria en el mundo es la de esos tipos, que simula sombras boscosas y, en definitiva, no es más que "el caqui" de siempre, pero de diseño.
Otros muy sospechosos, por la ropa, serían los que hacen el camino de Santiago, que a la mochila unen largas capas, esbeltos báculos y otros atributos que, seamos sinceros, se salen de lo corriente. Ahora bien, ¿no sería "gracioso" que los seguidores del "Matamoros" por antonomasia fuesen tiroteados creyendo que eran islamistas radicales?
(Aunque tratándose del Yard, cualquier chorrada puede esperarse, porque si hay una poli torpe ésa es la del Yard, como muy bien nos demostraron en su día Mr. Poirot, Miss Marple y Mr. Holmes. ¿A qué viene tanta baba en la prensa dependiente sobre las excelencias de dicho cuerpo uniformado?).
Y las mujeres. Porque sospechosas, sospechosas, lo que se dice sospechosas, las mujeres que llevan una mochila y visten a la moda, con sus carísimos harapos, si la dama es de posibles, o sus imitaciones made in China, si andan escasas de peculio, ya que tanto en un caso como en el otro, nadie puede negar que la vestimenta femenina, hoy, tira a estrambótica, máxime si se culmina con uno de esos peinados de pelambre tiesa multidereccional y policromática. Y los del Yard, astutísimos, pensarían que no llevan velo para disimular sus aviesas intenciones. Balacera, pues.
A mí me gustaría saber si los fabricantes de mochilas están notando un fuerte "excremento" (lo opuesto a incremento, obviamente) de sus ventas y si su patronal ya ha planteado lo de la crisis y la catástrofe para recibir indemnizaciones a fondo perdido, hacer despidos masivos, reconversiones que les permitan reiniciar otras actividades con contratos basura, etc.
Sea como sea, la bucólica estampa del caminante con su morral a la espalda, parece que se puede esfumar.
Se hace proceder "mochila" del latín y del euskera, lo que no me cuadra mucho. O bien indica cierto despiste de algunos estudiosos del palabrerío, o el despiste es mío. Pero, venga de donde venga, siempre tiene algo que ver con el desplazamiento y el transporte:
Cuando se dice que viene del euskera, se hace en base a que motxil=muchacho da lugar a mochil=el muchacho que lleva los recados a los labradores, y de ahí mochila=talega, bolsa, tipo de caja … en que se llevan cosas, sea el portador soldado, desde hace siglos, o cualquier otra persona, en la actualidad.
A quien lleva la mochila se le llama mochilero, sea paisano o soldado (de éstos, los que se ocupaban específicamente de las mochilas también recibían ese apelativo).
Quienes decían que viene del latín le daban también una acepción muy concreta: cierto caparazón de la gineta, escotado de los dos arzones (hay que entender de caballos para captar el concepto, así que no me extiendo porque no es relevante ahora y, además, está en desuso).
Bueno, pues resulta que hoy día eso de andar con mochila ya te hace sospechoso de ser islamista radical y llevar bomba oculta, de modo que todos los críos que van al colegio y son morenos, si los ve uno del Yard, con sus mochilas llenas de libros, el bocata, el refresco o el batido, pueden recibir una rociada de tiros. Y cualquier mujer morena, especialmente estudiante o ejecutiva, que lleve su mochilita, ¡tan de moda!, también puede ser balaceada a placer por los del Yard … o por alguien de Piedretas de la Mar.
La cosa se agrava si el mochilero sospechoso, encima, lleva ropa rara. Para mí, de entrada, esos que llevan enorme mochila y suben, repelados, a los aviones, despedidos por sus familiares e himnos patrióticos, porque si hay una ropa estrafalaria en el mundo es la de esos tipos, que simula sombras boscosas y, en definitiva, no es más que "el caqui" de siempre, pero de diseño.
Otros muy sospechosos, por la ropa, serían los que hacen el camino de Santiago, que a la mochila unen largas capas, esbeltos báculos y otros atributos que, seamos sinceros, se salen de lo corriente. Ahora bien, ¿no sería "gracioso" que los seguidores del "Matamoros" por antonomasia fuesen tiroteados creyendo que eran islamistas radicales?
(Aunque tratándose del Yard, cualquier chorrada puede esperarse, porque si hay una poli torpe ésa es la del Yard, como muy bien nos demostraron en su día Mr. Poirot, Miss Marple y Mr. Holmes. ¿A qué viene tanta baba en la prensa dependiente sobre las excelencias de dicho cuerpo uniformado?).
Y las mujeres. Porque sospechosas, sospechosas, lo que se dice sospechosas, las mujeres que llevan una mochila y visten a la moda, con sus carísimos harapos, si la dama es de posibles, o sus imitaciones made in China, si andan escasas de peculio, ya que tanto en un caso como en el otro, nadie puede negar que la vestimenta femenina, hoy, tira a estrambótica, máxime si se culmina con uno de esos peinados de pelambre tiesa multidereccional y policromática. Y los del Yard, astutísimos, pensarían que no llevan velo para disimular sus aviesas intenciones. Balacera, pues.
A mí me gustaría saber si los fabricantes de mochilas están notando un fuerte "excremento" (lo opuesto a incremento, obviamente) de sus ventas y si su patronal ya ha planteado lo de la crisis y la catástrofe para recibir indemnizaciones a fondo perdido, hacer despidos masivos, reconversiones que les permitan reiniciar otras actividades con contratos basura, etc.
Sea como sea, la bucólica estampa del caminante con su morral a la espalda, parece que se puede esfumar.
Ya no se hace el camino a la vieja usanza.Nada de largas capas y atributos que se salgan de lo corriente.Ropa austera, calzado bueno y cómodo, la mochila (conveniente,mente pertrechada)y el bordón (no bastón -ver diferencia en el DRAE)es lo necesario para el peregrino.
Me extraña que el culto y documentado Miramamolin haya tenido tal "deslid" literario.