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"Cuestión de fe", por Miramamolín, el Moro.

Bueno, parece que tengo un respiro en la agrimensura del Sahara, que dedico a redactar la memoria final del máster en árabe moderno y, por despejar la mente, al cotilleo telemático, valiéndome del turboturbante. Una de las cosas que más me divierten es hojear la baboprensa dependiente.


En un número atrasado de periódico provinciano he visto el titular de un articulillo, al parecer escrito por cura católico, que reza (oportunísimo el verbo) así: “La fe es una opción personal”. No he leído las escasas líneas porque el divertimento, séase la carcajada, ya estaba logrado. Son unos cachondos estos curas ...

He cotilleado y gulismeado por el catecismo de la organización/estado a que pertenece el fautor del chiste y he visto que, hablando de la fe, aparecen con profusión expresiones como “adhesión personal ... a Dios”, “acto auténticamente humano”, “responder voluntariamente a Dios”, “Cristo no forzó ... a nadie”, “acto personal”, y similares.

Supongo que el clérigo, en su homilía de papel, se basará en estos conceptos ya que para él es de obligado cumplimiento conocerlos y divulgarlos sin contradecirlos. Pero ....

... resulta que en el mismo texto, mezcladas con ellos línea arriba, línea abajo, aparecen también otras ideas que, aplicando la más elemental lógica, resultan contradictorias, tales como “es un don de Dios, una virtud ... infundida por él”, “es necesaria la gracia ... que se adelanta”, “nadie se ha dado la fe a sí mismo”, “el creyente ha recibido ... debe transmitirla a otro”, ... ¿Dó quedan, pues, la opción, la voluntariedad, la humanidad y demás, si resulta que te la dan ya hecha, supongo que a los enchufados, porque es obvio que a todos no nos la dan?.

Hubo un tiempo en que decían que era “un obsequio razonado”, vamos a ver, digo yo que sería algo así como regalarle a alguien un bote de colonia y razonárselo, más o menos del siguiente modo: “hoy es tu santo, los santos olían mal porque se lavaban poco, ergo ... para que soportes bien su compaña, ahí llevas una fragancia exquisita” (y seguro que ligaba el obsequiador).

Item más, que decimos los cultos, se maneja también la idea de “sumisión” en dicho documento. Y la historia nos enseña que “la cruz y la espada” han ido juntitas, juntitas, tanto que, como he contado aquí alguna vez, los genocidios de Carlomagno se describían en sus crónicas como “misión a espada”.

Si el lector ha tenido la paciencia de llegar hasta aquí, quizá se esté preguntando: “¿Es que ahora a éste le ha dado por la teología?”.

Y no, no es eso y líbreme la Razón de meterme en estos embrollados laberintos. Es que me carga la enorme hipocresía de estas gentes, que tanto daño ha hecho y hace. Porque resulta que el título del articulín que cito arriba aparece, precisamente, cuando los clérigos más radicales, los obispos, andan por ahí diciendo que los crucifijos deben estar en los edificios públicos, quieren imponernos SU modo de matrimoniar, quieren imponer la enseñanza de SU religión/superstición en todos los colegios, hacen que los contribuyentes en general paguen los dispendios que ellos organizan (Valencia. por ejemplo), que les paguemos sus sueldos y canonjías sin pagar ellos impuestos, etc... Es decir, quieren IMPONERNOS su fe. ¿Dónde queda, pues, la “opción personal”?

Claro, que quizá sea algo así como el síndrome de Estocolmo, tan de actualidad estos días, que siempre habrá sumisos a quienes se les imponga algo y encima lo agradezcan y acaben amándolo. Pero que no nos vengan con gaitas. Hay que ir hacia una república laica en la que cualquier organización religiosa sea una asociación más, como las culturales, profesionales, etc... y pague sus tasas, impuestos, etc., como cualquier otra.

manuel rubiales
manuel rubiales dice:
04/09/2006 10:47

En este país de meapilas hasta cuando se ganan competiciones deportivas hay que ofrecerlas a la virgen o el cristo de turno, muy lejos veo, por desgracia, lo del laicismo efectivo. Menudo negocio tienen montado los de la sotana...
Buen artículo Miramamolín. Saludos