Top model
Ahora que se oferta la televisión en tres dimensiones, vivimos en un plano. Todavía más, hemos conseguido ser planos. Igualito que las orquestas de baile. Tras el engendro de Gran Hermano, Operación Triunfo encumbró, con el beneplácito de nuestros (sic) políticos, a los Bisbal, Carrasco y demás. Grandes pulmones aplastando con su torrente de voz toda posible desviación de lo popular. Los sentimientos enchaquetados y bailando a ritmo de Cristiano, Messi, Mou, Guardiola y, cómo no, Francisco Franco. Me voy haciendo viejo e, inevitablemente, recuerdo. Julio Iglesias y Franco, Eurovisión y Franco, Raphael y Franco, Karina y Franco, el señor paseando con su familia con Carrusel Deportivo pegado a la oreja y Franco. En Laponia gobierna Francisco, canta Alejandro y baila Marcelo. Desde los ochenta estamos empeñados en hacer de la libertad una top model. Eternamente joven, liviana y, a ser posible, plana.