Rentrée
He visto a casi todo el mundo cercano, menos a los que no estaban y a alguno que dio excusas que no sirven. En Asturies siempre nos falta tiempo para todo lo que queremos hacer, para ver a todos los que queremos ver, sobre todo cuando, como ahora, subimos de pascuas a ramos y por pocos días. Ha habido unas cuantas mesas que compartir, sus cafés, su sidra y su vino. Comidas de día entero y otras de urgencia, como en el viaje de vuelta, no menos gratas por más breves. No diré nombres. Todos los que cuentan los ven aquí escritos.
Islantilla la encontramos horrible, llena a rebosar de la grasa turística y gritona, pero es cosa de unos días. En cuanto acabe agosto el paraíso volverá a ser nuestro. Sólo que echamos de menos el otro paraíso, el del norte.
Trabajé cuanto pude, poco en todo caso, y ahora debo encerrarme, porque soy pobre y vivo de mis pobres habilidades. Pero al menos los poemas han ido madurando en la cabeza y seguro que saldrán. Puesto que no puedo quedarme en Asturies, lo que tengo son ganas de orden, de trabajar mucho, de leer y de escribir. Aunque aquí también hay gratos compromisos: coger la recta final del Islantilla Cine Forum y no faltar al South Pop Festival.
Alegría, alegría. Se abre un nuevo curso, lleno de literatura, de música, de más amigos... Vamos a ser felices en la pobreza, quemar los palacios, juzgar a ministros y chambelanes y bailar sobre las ruinas del capitalismo con nuestras zapatillas de colores, así podamos.
Ahoj,
menos mal que las zapatillas esperaron pacientemente para subir al coche...
Se os echará de menos, mucho.
Besinos, Ra.
Pd. Castrados, castradores y demás subespecies ya están podridos y putrefactos.