Para no sucumbir
La publicidad de Izquiera Unida que figura en el encabezamiento de este blog no la he escogido yo sino el administrador de minombre.es, aunque la he acogido con entusiasmo, por supuesto.
Estos días dedico casi todo mi tiempo a la campaña electoral. Ayer por la mañana, repartiendo folletos por las calles de Lepe. Por la tarde, pegando carteles en La Antilla. Esta mañana no había actos públicos, debido al terremoto de Lorca, así que estuve en la sede haciendo sobres para el buzoneo. Trabajo de tropa. Pero Javier Valderas, nuestro candidato y futuro alcalde de Lepe (bueno, al menos futuro concejal, pero todo se andará) también buzonea como los demás, bajo este sol inclemente.
La tarde de hoy me la he reservado para trabajar. Estoy traduciendo Suave es la noche, de Francis Scott Fitzgerald, una maravilla. Fitzgerald es, después de Edith Wharton, el autor más difícil que he traducido. Le ocurre lo que a Auden en poesía: es casi imposible no traicionarlo, si queremos que suene bien en castellano. Su prosa es tan plástica, tan física, tan plena de colores, que hay que moldear y moldear cada frase para no acercarse ni de lejos a su molde irrepetible, para conseguir sólo el sentido, perdiendo, ay, tantas cosas. Por lo mismo, es un reto. Y trato de acercarme...
Leo poesía, que es sana terapia para la prosa artesanal. Lauda, de Pablo Moreno Prieto (editorial Siltolá), un poeta lejano en estética e intenciones pero que me ha seducido con su capacidad para la imagen, su concentración que no veda el paso al lector. Sólo deploro su terca querencia paisajística, que a veces se queda en meritoria estampa. Su talento brilla más en la reflexión sobre los gestos cotidianos, la memoria... Leo también poemas de amigos, en ese intercambio natural del que los amigos, a diferencia de los extraños que llegan agitando su manuscrito e invadiendo, nunca abusan. Poemas de Rafael Suárez, de Ernesto Frattarola, de Eduardo Yagí¼e y de un alumno que me ha salido llamado Kevin Prados y que es muy joven y escribe sin parar y todo me lo envía. Nadie más tome nota de tales libertades. Se reserva el derecho de admisión.
De forma que sólo hago cosas que quiero hacer, o esa es la ilusión que me hago. Sería perfecto si pudiera no pensar. La campaña y el trabajo y la literatura me distraen de mis fantasmas y de mis dragones. Estos sí: viles, invasivos, inclementes, demasiado reales...
Estos días dedico casi todo mi tiempo a la campaña electoral. Ayer por la mañana, repartiendo folletos por las calles de Lepe. Por la tarde, pegando carteles en La Antilla. Esta mañana no había actos públicos, debido al terremoto de Lorca, así que estuve en la sede haciendo sobres para el buzoneo. Trabajo de tropa. Pero Javier Valderas, nuestro candidato y futuro alcalde de Lepe (bueno, al menos futuro concejal, pero todo se andará) también buzonea como los demás, bajo este sol inclemente.
La tarde de hoy me la he reservado para trabajar. Estoy traduciendo Suave es la noche, de Francis Scott Fitzgerald, una maravilla. Fitzgerald es, después de Edith Wharton, el autor más difícil que he traducido. Le ocurre lo que a Auden en poesía: es casi imposible no traicionarlo, si queremos que suene bien en castellano. Su prosa es tan plástica, tan física, tan plena de colores, que hay que moldear y moldear cada frase para no acercarse ni de lejos a su molde irrepetible, para conseguir sólo el sentido, perdiendo, ay, tantas cosas. Por lo mismo, es un reto. Y trato de acercarme...
Leo poesía, que es sana terapia para la prosa artesanal. Lauda, de Pablo Moreno Prieto (editorial Siltolá), un poeta lejano en estética e intenciones pero que me ha seducido con su capacidad para la imagen, su concentración que no veda el paso al lector. Sólo deploro su terca querencia paisajística, que a veces se queda en meritoria estampa. Su talento brilla más en la reflexión sobre los gestos cotidianos, la memoria... Leo también poemas de amigos, en ese intercambio natural del que los amigos, a diferencia de los extraños que llegan agitando su manuscrito e invadiendo, nunca abusan. Poemas de Rafael Suárez, de Ernesto Frattarola, de Eduardo Yagí¼e y de un alumno que me ha salido llamado Kevin Prados y que es muy joven y escribe sin parar y todo me lo envía. Nadie más tome nota de tales libertades. Se reserva el derecho de admisión.
De forma que sólo hago cosas que quiero hacer, o esa es la ilusión que me hago. Sería perfecto si pudiera no pensar. La campaña y el trabajo y la literatura me distraen de mis fantasmas y de mis dragones. Estos sí: viles, invasivos, inclementes, demasiado reales...
Me encanta verte y leerte así. La ilusión es lo que nos mueve en esta campaña.Por aquí estamos tambien a tope.Esta mañana mi compañera Flor y yo llevando el coche con la megafonía. Lo he pasado genial. La foto era :dos mujeres entusiasmadas por lo que creen comiíendose un bocadillo en un viejo coche cubierto con las fotos de Dani ,nuestro futuro alcalde o concejal como tu bien dices. Esta tarde me relajo un poquito escuchando música. Esta noche tengo mi primer mitin, uyy no me gusta esa palabra. Bueno que esta noche me toca hablar de las cosas en las que creo. No es vanidad, pero creo que lo haré bien porque no hablaré como una política sino como una mujer que cree ue las cosas pueden cmbiarse con un poco de compromiso de todos y de todas. Ya te contaré. Besos a todos y suerte el día 22.