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Olvido de aniversarios

Los seres humanos tenemos esta manía tonta de ordenar nuestra existencia según ciertos aniversarios, con la dictadura de los calendarios. Las fiestas anuales, los cumpleaños... Es muy importante lo que hacíamos hace un año, por lo que se ve. Yo nunca he sabido sustraerme a ese atavismo pero he procurado no darle mayor importancia. Qué poca relevancia tiene lo que parecía tenerla sólo unos meses antes.


Hace un año, día atrás día adelante, una amiga a la que hice varios favores me negó uno. A lo mejor estaba mirándose el ombligo (sin tilde); no entro a valorar sus razones. Lo cierto es que hasta que no repasé mis notas de hace un año no recordaba esa pequeña mezquindad. Y es curioso que no guardara ningún rencor hacia esta persona (ni siquiera el recuerdo del hecho). Pero ahora, al recordar el asunto por unas notas, vuelve a resurgir la... ¿contrariedad? ¿decepción? ¿tristeza?


Realmente no nos hace bien esta obsesión por recapitular, esta fiebre del "yo hace un año". No creo que nos enseñe nada. Nos encona, eso es lo que hace. Total, el efecto de las decepciones ya está metido en nosotros, ya nos ha tocado. Ojalá fuéramos vírgenes en cada cumpleaños o en cada aniversario de lo que fuera. Pero no puede ser: el mundo es chungo siempre y a veces la gente es chunga. (Naturalmente, este originalísimo pensamiento no constituye una filosofía sino quizá una frase digestiva. Creo que venía en el "Hola").


En todo caso tenemos la capacidad del olvido. Yo lo dispenso a manos llenas. Así podemos también olvidarnos de nosotros mismos, aunque sea por unas horas. Nosotros, no menos mezquinos ni dañinos que el mundo mundial. Al contrario: más lamentables y tristes y solos y suspicaces.

archivado en:
Miguel Angel Gara
Miguel Angel Gara dice:
12/11/2012 11:10

Sabio comentario

My
My dice:
13/11/2012 10:59

Ayyyyyyy, ¡ qué mal cuando la gente "chunga" hace las cosas para que se las devuelvan, para que se las aplaudan, para que se les considere y no porque les hace felices y punto!!! La amistad que yo concibo va por otro lado: se basa en el respeto y la libertad de interpretar la vida. Y afortunado tú que cultivas la capacidad de olvido, tan dificil...ya que en realidad, cuando se habla de perdón, se está hablando de condescendencia. Y ojalá algunas personas se olvidaran de vez en cuando de sí mismas.
En cuanto a tus deseos de ser virgen...No sé...no te veo. Jajaja
Bssssssssssss

TAZZ
TAZZ dice:
17/11/2012 11:07

A mí cuando me niegan un favor (después de haber hecho yo bastantes) no se me olvida. Cierto es que lo perdono, pero siempre intento no olvidarlo. Necesito ser persona rencorosa, por mi propio bien.

Lourdes
Lourdes dice:
22/11/2012 21:32

Es bonito dar y darse a los demás sin esperar nada a cambio. Así no reprochamos ni exigimos con los años, pues lo que dimos de manera voluntaria y con mucho placer a otras personas, vida fue para nosotros.
Tenemos que aprender a decir no, al igual que los demás lo dicen cuando pedimos favores. Es una manera de comprendernos y comprender a los demás.
El verdadero daño está cuando esperamos de los demás o nos damos a la gente de la manera más interesada.

Saludos.

Olga Bernad
Olga Bernad dice:
22/11/2012 21:58

Administrar bien memoria y olvido es todo un mérito. Sin memoria, que tristes; sin olvido, también. Y con el tiempo casi es peor no saber olvidar que no poder recordar. Tiene que ver con la inocencia perdida. Que siempre nos quede alguna.