Ladran, luego cabalgamos
Os paso un enlace muy divertido a un sitio en el que nos ponen a caldo perejil a Jaime Siles y a mí. El autor (o autores, porque afirman ser un colectivo, aunque se guardan muy bien de decir sus nombres porque son muy valientes) mantiene una página dedicada a destrozar sistemáticamente a cualquier poeta que haya publicado en algún lugar decente y haya tenido algún relieve, de Luis Alberto de Cuenca a Benjamín Prado, pasando por Marzal, Vilas, Benítez Reyes... Es significativo que sólo elogian a poetas de quinta fila: esos no hacen sombra a nadie. Detrás se adivina un mundo muy triste y mucha frustración.
La parte que se refiere a mí empieza diciendo: "Piquero puede llevar años sin publicar pero su red de amistades interesantes es amplia y extensa y llega casi a cualquier lugar". Qué amables: me confunden con Pere Gimferrer.
Más adelante me califican de "realista sucio" y me auguran un desalentador futuro siendo reseñado "especialmente en prensa local", lo cual suena un poco extraño cuando en el texto queda muy claro que su inquina se basa en gran parte en el hecho de que me hayan reseñado hace poco en El Mundo.
Disfrutadlo: http://criticadepoesia.blogspot.com/2009/10/jaime-siles-en-desnudos-y-acuarelas.html
José Luis, este tipo de cosas son las que me decepcionaron del mundo de los poetas. Por eso pienso que pese a que se publiquen gran cantidad de poemarios al año, poetas poetas, lo que son poetas de verdad, hay pocos, muy pocos. ¿Qué fue de los grandes bardos, qué fue?, me pregunto.
Estos otros están más pendientes del marujeo que de la poesía en sí.... Me parece a mí que la mayoría de ellos no son más que gente enferma, triste y frustrada como dices. ¿Montarán algo? Todo ese tipo de cosas me ha llevado a tomar la decisión de publicar solamente un libro más (cuando sea el momento, aún falta) y adiós, adiós muy buenas al mundillo editorial, que aquí publica todo el mundo y, además, casi todos son genios... Me conformo con tener la suerte de contar con la ayuda de una pequeña editorial donde soy recibido como en mi casa. Visto lo que hay por ahí, no ambiciono juntarme con esa especie de poetas preocupados básicamente por las críticas, los premios y demás motivaciones de naturaleza antipoética.
No he leído tu libro reseñado en esa página de "poetas anónimos y sabios", pero, de antemano, ponerle un 1 o un 2 me parece un gesto más que claro de que calificaron por manía personal, seguramente porque no le caes bien a los responsables de tal blog. Será que algo dijiste que les jodió, pues tengo observado que, como yo, te cuesta callar, que te sale la cuenca minera de las venas...Y así es como debe ser, cojona.
Fíjate que los que no están metida en la poesía alucinan con estas piquillas que hay entre poetas, pues los tienen idealizados. Mi madre, por ejemplo, quedó sorprendida cuando le conté alguna vez cosas de estas.
Por tanto, me declaro no poeta. No quiero pertenecer a esa especie de cobardes. Y más ahora, pues resulta que soy cantante de rock&roll, jajaja, y mis músicos están encantados conmigo, al contrario que los poetas.
Un abrazo.
A cabalgar y a no callarse.