Irán: ¿se puede elegir?
Algunos comentaristas, incluso desde mi propio partido, se han preguntado si no estaremos asistiendo, en lo que al tratamiento de los acontecimientos de Irán se refiere, a una especie de representación de lo que Occidente espera de Irán, presentando como bastante claro el pucherazo y exagerando las diferencias entre el fundamentalismo de Ahmadineyad y el "supuesto" aperturismo de Masaví. Vamos, que, según esos comentaristas, en Occidente habla el ansioso por boca del deseoso. Parece que se impone el "pensamiento" Chávez. Yendo por partes, me parece que el radicalismo de Ahmadineyad y el peligro que representa, no sólo para Occidente sino para sus propios ciudadanos, por no hablar de los países de la zona, está probado y más que probado (y ni siquiera recordaremos cosas como la negación del Holocausto, algo que en mi país está penado por la ley, como en el suyo lo están la homosexualidad o el adulterio... mejor no sigo por aquí). Y lo que está pasando estos días no hace sino confirmarlo.
En cuanto a Masaví, fuera de otras consideraciones, cualquier posición de apertura y liberalización en un país tan extremo como Irán no puede ser sino bueno y positivo: para Irán y para el mundo.
¿Que a Occidente le gustaría un acercamiento a Irán, cosa que sólo es posible con líderes aperturistas? ¿Que Occidente prefiere a Musaví? Pues claro. Amiga E.M.D., esto no es manipulación ni simplificación. Se puede constatar en cualquier telediario. Yo mismo lo prefiero. No digo que Musaví sea el abanderado del laicismo y la modernidad pero para mí, comparado con Ahmadineyad, es oro puro.
Como en estas cosas nunca falta un tonto útil, ahí tenemos al presidente Chávez llenándose la boca con su solidaridad con el gobierno iraní, sus felicitaciones por el impoluto proceso electoral y sus ánimos de seguir adelante con la gloriosa Revolución Islámica. Si no supiéramos que, tosco y brutote como es, Chávez es muy listo, diríamos que debería cambiar de dealer: le están vendiendo una cosa muy chunga. ¿Cuándo se librará -nos libraremos- la izquierda de tales ejemplos? ¿Cuándo aprenderemos que no tenemos que elegir entre lo malo y lo peor? ¿Cuándo asimilaremos que para luchar por cambios profundos, estructurales, no podemos olvidar la lección de lo que no puede hacerse porque ya se hizo y no funcionó?
Jose Luis, tus argumentos me parecen razonables y puedo suscribir muchos de ellos. Obviamente no estamos tan alejados ideológicamente, es un cuestión de interpretación. Puede ser que yo, por mi profesión, sea algo desconfiada ene este aspecto, pues ejemplos no me han faltado, pero sigo pensando que lo que está pasando en Irak es una lucha por el poder, y no por la libertad, y que tan bonito es enero como febrero por razones que ya aduzco en mi entrada y han aducido otros compañeros. No me atrevo a afirmar (sólo lanzo la idea) que existe manipulación en la forma de presentar estas noticias "en cualquier telediario", pues me falta información y conocimientos sobre la realidad iraní y no sé el alcance de la 'prooccidentalidad' de Musaví (aparte de que la cautela de UE y EEUU, que tú citas y yo ya mencioné en mi entrada, da mucho que pensar), y desde luego que las fuerzas gubernamentales se están cubriendo de gloria en reprimir las manifestaciones, pero se nos ha dictado la noticia como un combate maniqueo, se ha aceptado demasiado alegremente la teoría del pucherazo, y eso es simplificación, aunque los medios la verdad es que tampoco dan para más.
Aunque todos caemos en el maniqueísmo, y quizá los medios nos dan lo que pedimos. Es humano pensar que las cosas son blancas o negras y no ver los matices de gris y los claroscuros de las personas a la que seguimos o en las que creemos, igual que a aquellas a quienes rechazamos no cesamos de verles sombras. Pero tendríamos que superarlo. Insisto: hay gente muy desfavorecida económicamente que apoya alguna de las medidas de Ahmadineyad, lo que no implica que no sea un fanático peligroso, aunque quizá no tan peligroso como EEUU propaga. Y medidas como éstas a las que me refiero hacen que gente como Chávez no sea capaz de reconocerle ningún lado oscuro, con lo que, naturalmente, se equivocan, y lo digo a pesar de todo el respeto y admiración que me merece el presidente venezolano.
Y no hemos de olvidar que ningún régimen que sofoque una rebelión con tal número de asesinatos (de 43 hablan algunas fuentes) no debería ser alabado por nadie, aunque haya sido vencedor indiscutible en las urnas... o no.
Por cierto, mi blog es público, no hace falta que me cites por las iniciales... y siempre se agradece un enlace... Un cordial saludo, compañero.