DVD, la editorial de poesía que marcó caminos
Sergio Gaspar es el editor. El responsable (junto a Eduardo Moga) de haber convertido una pequeña editorial independiente en la mejor editorial de poesía de España, por encima de esas cuyos nombres tenemos todos en mente y que bajaron mucho su calidad mientras DVD sostenía el testigo de la apuesta, el riesgo, la curiosidad y la renovación constantes. Apostando, además, por la pluralidad de estéticas, alejándose de sectarismos. Editorialmente, literariamente, la desaparición de DVD es una tragedia. Este país y la poesía de este país han perdido uno de sus referentes casi secretos, pero tremendamente influyentes, en lo que se refiere a las nuevas tendencias literarias. Yo, que además de publicar en DVD, he seguido sus publicaciones de autores españoles y de poetas extranjeros traducidos (sin olvidar la serie de narrativa), creo que nuestra literatura es muchísimo más pobre a partir de ahora.
Por lo demás, y ahora puedo decirlo sin sospecha, pues ya no es mi editor, Sergio Gaspar es uno de los poetas actuales más a tener en cuenta, más rompedores y desasosegantes. Su Estancia es sin duda uno de los mejores libros publicados en la última década, más imprescindibles, más auténticos. Y no lo digo yo: es un (también casi secreto pero perdurable) clamor de los lectores de poesía.
Hace tiempo que me resistía a despedir a DVD (que ha presentado esta semana su último libro, Vitral de voz, de Carlos Fernández López). Lo hago ahora con dolor, sabiendo que este oficio y este mundillo y esta literatura ya no serán lo mismo.
Estuve el jueves en Barcelona, en la presentación del libro. En el último acto de Sergio Gaspar, según dijo él mismo, como director de DVD. Tuve la sensación de encontrarme en un evento histórico, de la historia de la poesía española de los últimos años. Cuando supe que cerraba DVD, mi pena fue doble: por el hecho en sí, por los libros que nos íbamos a perder; y también, por las veces que yo había soñado publicar mi primer libro en DVD. Ya no podrá ser.
Yo soy uno de esos lectores para los que "Estancia" es un libro imprescindible. De hecho, llevé mi ejemplar el jueves a la presentación para que me lo firmara Sergio Gaspar. Pero al final, un estúpido ataque de timidez de última hora que aún no consigo comprender y del que aún me arrepiento, hizo que el libro se quedara dentro de mi bolsa. Espero tener otra oportunidad.
Un abrazo
Ernesto