Cosas dignas de mención
El martes fuimos al teatro a Isla Cristina. Hacían Gulliver, a cargo de la compañía chilena El viaje Inmóvil. Como eran títeres, la sala estaba llena de niños. Pero no era en absoluto para niños. Una reflexión sobre la libertad, el poder y el amor, llena de lirismo y con una puesta en escena brillante y original.
Algunas lecturas: En la colonia penitenciaria, de Kafka, una de las últimas novedades de Navona, en impecable traducción de Xandru Fernández. Una incursión gore en los abismos del poder y el fanatismo. Me llamo Aram, de William Saroyan (Acantilado), este una relectura. Saroyan tiene la facultad de reconciliarte con el mundo mundial. La frescura de su estilo creo que no ha sido superada. Zonas húmedas, de Charlotte Roche (Anagrama), la novela más escatológica que haya leído en mi vida (llegaba a revolver el estómago), y total para qué: inverosímil, falsa y alevosa, escrita para "demostrar algo", que es la peor razón para escribir cualquier cosa. (Iréis en masa a comprarla: peor para vosotros).
Y el cine, que no falte: Baby Doll, obra maestra de ese gran hijo de puta que fue Elia Kazan. Lo que me gusta del cine clásico es su capacidad de sugerencia. Para mostrar un orgasmo, los directores actuales gastan más carne que La Casa del Filete. Ved Baby Doll para recordar lo que se llama elipsis.
Por lo demás, sol y calor y buen vino. Este fin de semana (ganado, espero), tendré unas seis niñas en casa dispuestas a celebrar Halloween (ya estoy estresado). Yo mismo pienso disfrazarme de zombie, para lo cual no me hará falta mucho esfuerzo. Y la semana que viene, lecturas en Murcia, en Plasencia...
Todo digno de mención.
Ahoj,
la caracterización de zombi estresado, esperemos que quede reflejada en fotos, porfi....
Besinos, Ra