Conversaciones poéticas
Hace poco, cuando estuve en Asturies, también estaban allí Josep Carles Laínez y Rosa María Rodríguez Magda. Ellos estaban en los fastos de los premios Príncipe (ella había sido jurado del de Ciencias Sociales) y yo en los fastos, menos fastuosos pero más divertidos, de "La Ciudad en Llamas". No pudimos vernos. Pero, milagros de la vida cultural, Rosa María daba una conferencia en Sevilla en los días siguientes, así que ella y Josep Carles vinieron a visitarnos a Islantilla y pasamos un día juntos.
Creo que no conozco una pareja tan interesante como Josep Carles y Rosa. Ella es una ensayista muy conocida, creadora del concepto de transmodernidad; también poeta. Él poeta y narrador en varias lenguas peninsulares, de las que es un apasionado estudioso. Ambos son excelentes conversadores, muy inteligentes, muy cordiales, muy queribles. Durante una larga sobremesa hablamos de todo, o de casi todo, porque quedó mucho por hablar.
Un dato curioso: Josep Carles y yo hablamos en asturiano, aunque él es valenciano. Habla asturiano a la perfección.
Nos hicimos regalos mutuos: un libro de Eva y una traducción mía, por nuestra parte. Ellos nos regalaron la voluminosa poesía completa de María Beneyto, que Rosa acaba de editar (fascinante personaje y poeta, Maria Beneyto, menos conocida de lo que merece), y JC uno de sus últimos libros, "La tumba de Leónidas", donde brilla su paneuropeísmo radical.
Una cosa lleva a la otra y al final volveremos a coincidir en un encuentro sobre literatura y Temple en Ponferrada, en diciembre.
Estos días, que también han sido de escritura, leo a María Beneyto y leo a Josep Carles. Soy muy afortunado por tener esta vida. Libros, amigos y una copa de vino a mano, o dos.
O tres. Saludos,
Adolfo