Ausentes de Pravia
Este año, el invitado especial es Gonzalo Suárez, del que se proyectan varias pel¡culas. Además, conciertos, mesas redondas, lecturas, teatro... Una villa pequeña como Pravia (una villa preciosa, por cierto) se convierte todos los años gracias a estos encuentros en el centro cultural de Asturies. Pero, aunque el programa es muy completo, lo más importante suele ser el encuentro de amigos: la conversación, el calor, la buena gente, la libertad de hablar. Me como las uñas hasta los muñones por perdérmelo y prometo asistir el año próximo.
De otras ediciones, recuerdo una noche en que Alejandra Sirvent y yo hablamos de todo lo divino y de lo humano, a excepción de la literatura; un paseo bajo la lluvia con Fernando Beltrán y Eva Vaz, los tres bajo el mismo paraguas, mojándonos sin que nos importara; a Manuel Herrero Montoto dándonos detalles (que nosotros le ped¡amos morbosamente) de sus operaciones (las que realiza como cirujano, me apresuro a explicar); la lectura ruidosa y llena de humo en el bar Finito, con mi tocayo Alberto Piquero repartiendo ep¡tetos a medida que iba presentando a los impresentables poetas que le¡an; las miradas cómplices con mi añorado Mime Rojo (añorado por la distancia, que no por ningún motivo luctuoso); o los desayunos con Pelayo Fueyo y Gerardo Lombardero, con los ojos enrojecidos y felices.
Que lo paséis bien por nosotros, que habléis mucho, que comáis mejor que nunca y que bebáis hasta la extenuación, t¡os con suerte.
Ah, ah¡ va el programa, para los curiosos: Programa Encuentros de Pravia
La verdad es que el programa es atrayente y el lugar, envidiable. En fin...
SALUDOS