CicloLitoral 2008: Etapa 6 (Sierra de Itar-San Carlos de la Rápita)
Hoy hemos rodado cerca de 60 kilómetros y podríamos decir que la nota dominante de la jornada ha sido la variedad. Nubes, sol, ligera llovizna, relámpagos y chaparrones se han mezclado con paisajes idílicos, monumentos históricos, núcleos absolutamente urbanizados, zonas semidespobladas y localidades costeras con gran encanto. Además, hoy hemos dejado atrás la provincia de Castellón y la Comunidad Valenciana para entrar en Tarragona y, con ella, en Cataluña.
Comenzamos la etapa en la paradisíaca cala cuyo nombre desconocemos. Tras rodar algunos kilómetros y sufrir bajo un agradable cielo encapotado subiendo varias cuestas endemoniadas por irregulares caminos de tierra, llegamos a Cala Argilaga. No estaba nada mal, pero nos alegró comprobar que "nuestra" calilla era mucho más bonita.
Tras pasar varias calas más y saludar a un buen número de ciclistas, conocimos a nuestro amigo Gabriel, un bien plantado y simpático bilbaíno que nos acompañó hasta las afueras de Peñíscola.
En su compañía subimos las fortísimas pendientes que conducen a una bonita torre vigía desde la que se domina gran parte de la costa de Irta, tanto de un buen número de calas situadas al Sur, como los acantilados norteños y unas vistas bastante lejanas de Peñíscola y cercanías.
Tras bajar una de las cuestas más terribles que podemos recordar (a la impresionante pendiente tenemos que sumar un buen número de peligrosos baches y pedruscos sueltos, que nos obligaron a frenar hasta el máximo posible), tomamos un carril de tierra que, bordeando la costa, nos llevó hasta los límites sureños de Peñíscola.
Tras despedirnos de Gabriel, continuamos rodando y haciendo fotos hasta la citada localidad, en cuyo Hogar del Pensionista nos dimos un suculento y económico homenaje gastronómico antes de subir al Castillo del Papa Luna.
Ya os podéis imaginar las caras de asombro de turistas y lugareños al vernos subir tan empinadísimas cuestas con nuestras pintas y todos los petates. Una vez arriba, además de la obligada foto en el regazo del Papa Luna, disfrutamos de la belleza arquitectónica y las preciosas vistas del lugar.
Tras la segunda gran frenada de la jornada (todo lo que sube, baja...), bordeamos la interminable línea de edificios turísticos de toda índole que unen las playas de Peñíscola y Benicarló (ni un sólo metro se libró en su momento de la vorágine urbanizadora...).
Entre Benicarló y Vinarós disfrutamos de un refrescante baño nudista en una playa de enormes cantos rodados, así como de unos cuantos kilómetros de pedaleo entre fincas agrícolas y algún que otro núcleo de chalés dispersos.
Ya en Vinarós, nos sorprendieron su amplia y bonita playa, así como la escasísima presencia de gente. Tanto en esta ciudad, como en las numerosas urbanizaciones costeras que recorrimos a continuación, el aspecto era bastante desangelado: apenas había gente en calles y playas, el número de ventanas y puertas cerradas a cal y canto era enorme,... Imaginamos que la crisis económica se ha cebado fuertemente con esta zona.
Poco después, una vez cruzado el río Senia, entramos en Cataluña por la puerta sureña de Tarragona. Si tras Peñíscola sufrimos la fuerza del sol durante largo rato, aquí comenzamos a rodar bajo una lluvia cada vez más fuerte, bajo deslumbrantes y estruendosas demostraciones de fuerza de la Madre Naturaleza.
Nuestra primera parada en tierras catalanas fue en las Cases de Altanar, a cuyo paseo marítimos nos acercamos a degustar un afamado cocktail llamado "Rodolfo" (el Coleta os podrá facilitar más información...).
Tras degustar este aperitivo y alguna que otra tapita, retomamos el viaje y afrontamos los últimos kilómetros de la etapa de hoy que, bajo la lluvia, nos llevaron a San Carlos de la Rápita.
Aquí nos hemos dado un placentero y reconfortante bajo la lluvia, en unas extraordinariamente vacías playas urbanas.
Ahora, mientras termino esta crónica, nuestro amigo coletero apabulla con los naipes eróticos a nuestra querida ciclomoza del litoral.
Ya sólo nos falta cenar y descansar en el refugio que hemos elegido para esta noche.
Mañana os hablaremos de él...
Besos y abrazos:
Animo txirrindularis ( en euskera , ciclistas).Hasta hoy no he podido conectarme y os agradezco los pirotos que me habéis dedicado.Ya veo que marcháis a buen ritmo.
Por cierto, tengo que reconocer que no pude con la famosa cuesta de la pendiente......se conoce que soy de Bilbao, pero no del centro, centro...
Un abrazo muy fuerte a los dos y .....a la albaceteña.
Gabriel