yo vi ese hombre perdido,
yo vi, respiré, ese aire,
aquella atmósfera asesina,
impoluta,
aquella muerte alicatada de blanco,
aquellos barracones,
literas como ataúdes...
yo me sentí como ese hombre perdido
buscando el foso donde resucitar,
donde contar los casquillos
de tantas vidas arrebatadas.
anduve las mismas huellas,
la misma calle del infierno,
el mismo pórtico sin retorno...
yo vi ese hombre perdido
reflejado en el suelo congelado del tiempo,
en la gélida prisión de la locura.
ese hombre perdido, con la mirada ciega,
con el alma aterida de frío...
yo fuí el caminar perdido, la mirada absorta,
la curiosidad exaltada, ese hombre perdido
pisoteando el recuerdo del muro, fotografiando
la historia impresa en el suelo...
yo fuí ese hombre perdido
consumido por las llamas del exterminio...
yo soy ese hombre perdido
que busca ese Dios que no creo que exista,
esa razón que no existió,
esos bloques de hormigón que dividió el mundo...
yo busco a ese hombre perdido,
al superviviente que habita en cada lápida,
que escribe su nombre
en cada adoquín que adorna las calles.
ese hombre sin nombre, sin patria, sin alma
que dibujó el mapa del mundo, que cinceló
con su vida su epitafio...
yo imaginé ser ese hombre perdido,
uno más de los casi 14 millones,
un número más tatuado en el muro de la verguenza,
uno más, perdido en el recuerdo...
Hoy nos traes unos versos realmente desgarradores. La busqueda... y esa incertidumbre de no saber si al final nos encontraremos en el lugar menos adecuado.
Un abrazote