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Señor, Sí Señor, votaremos en Iraq lo que usted diga.

“Amigos iraquíes: El próximo 30 de Enero votaréis. Pasaremos lista. Y no nos valdrán excusas del tipo: “Señor, sí señor, es que en la puerta del colegio hay un par de coches-bombas; o esta otra: Mire señor Interventor, sí Interventor, es que había un camello encima de otro pasando droga en forma de caramelo de destrucción infantil masiva, y yo suelo votar con mis churumbeles a la espalda, etc., porque así, my friends iraquíes, no vamos a ningún lado.

De las 100 candidaturas que ya os hemos autorizado, y por tanto, las elegibles, seguidamente van ustedes a poderlas ver en esta vuestra televisión nacional, exponiendo sus programas. Ustedes sólo votarán a una de ellas, la que más les guste. Y tampoco vengan a decirnos después de visionarlas que os gustan 5, 20 o 30, porque tendrá que ser sólo a UNA de ellas, a UNA sóla he dicho.

No nos compliquen aún más las cosas, en este caso el recuento, porque ya bastantes dificultades tenemos nosotros en Florida y Alabama cada cuatro años.

La lista ganadora, a la voz de Arr, formará filas por un lado, y será vuestro Gobierno. Por el otro lado, guardando la distancia reglamentaria, se formará otra fila paralela para vuestra Presidencia. Pero al día siguiente, a las 8 de la mañana exactamente, ambas filas de electos, redactarán (risa interior disimulada) y firmarán la nueva Constitución: Ésta. Los kurdos harán lo propio para su autonomía dentro de un orden, siguiendo el modelo de Al Ándalus o Catalunya: Ésta.
Quien se abstenga, que se atenga, valga la redundancia, a las consecuencias.”

Así ensayaba John su discurso preelectoral televisivo una y otra vez, aumentando poco a poco el tono de voz.
Para John Z. Path, Teniente Coronel al mando del Comité Electoral Central, con sede en el portaaviones lanzamisiles Lancaster LaKgaste, anclado en Bassora, la claridad en la forma de convocarles sería tan importante como el fondo democrático de su arenga.
Un texto teledirigido para un Iraq “abocado a tener un antes y un después” de un previsible sórdido escrutinio. Precisamente el principal objetivo del pacificador castrense era evitar problemas en el recuento, pues de seguro que se matarían literalmente "a bocados" entre sí los candidatos que peor encajaran su derrota, con aquellos otros que fueran ganando online en el recuento chino. A quienes los perdedores seguramente acusarían de pelotas-más-que-pelotas-de-USA y demás tropas libertadoras, ahora en funciones democrático pedagógicas.

Más otra nueva dificultad añadida pondría a John en enésimo aprieto: Tendría que explicar a la audiencia iraquí que sus programaciones televisivas acostumbradas, habrían de suspenderse hasta primeros de Febrero.
El motivo: La falta material de espacio/tiempo.
Con la agravante de que en esos espacios cedidos gratuitamente a esas 100 candidaturas, desgraciadamente 6 o 7 de ellas habrían de quedarse fuera de antena pues no tendrían tiempo material-ni espiritual, en sus islámicos casos-, como para poderse emitir todas ellas en horas de sol hasta antes de las medias noches.

El Tte. Coronel Z. Path, visiblemente preocupado frente a esta eventualidad, se decía: “Conozco perfectamente a estos barbudos de mierda. Si hay algo que les jode de verdad, no es nuestro armamento, ni las torturas, ni la usurpación de su petróleo. Lo que de verdad-de verdad les jode a estos moros es que dejemos a unos que hablen libremente, y a otros no. De ahí el proverbio que reza: O todos moros, o todos cristianos.
John intuía que se cabrearían tanto que no sólo los candidatos desafortunados le abuchearían, sino que hasta los que pudieran salir por la tele, le increparían y amenazarían con idéntica ira.
Les propondré que los programas políticos de los que se queden fuera de antena puedan verse al día siguiente. Pero ya veré este tema con algún imán de confianza. Y si no, con mano dura, Usa´s way.
Sin otro particular. A la paz de Dios. Viva New Jersey.