" Homosexuales " ( by JJ Millás )

Homosexuales

Dios es muy especial. Ahora tampoco quiere sacerdotes homosexuales. Ni mujeres ni homosexuales, sólo hombres hombres, tipo Soberano. El documento no dice nada de las monjas lesbianas, no es cuestión de entrar en minucias. Un día, en clase de religión, mi compañero de pupitre preguntó al profesor por qué no había curas jorobados. Nos enteramos entonces de que la Iglesia rechazaba a los "deformes" (sic). Fue un palo para todos nosotros. No veíamos el modo de conciliar la infinita bondad de Dios con la infinita crueldad de sus representantes. Que en pleno siglo XXI alguien se atreva a poner por escrito que en su organización no se admiten homosexuales es increíble. Imagino el sentimiento de los que ya están dentro, sabiendo que Dios detesta que toquen la forma sagrada con esos dedos de maricas.
Es una lástima que haya muerto Grahan Greene. Le pediríamos (nadie como él sería capaz de hacerlo) que escribiera una novela en la que describiera el drama de un creyente homosexual que se siente llamado al sacerdocio. Que nos contara el ejercicio de disimulo y de negación de sí mismo que tiene que hacer para tomar los hábitos. Que relatara, con la minuciosidad que le era propia, los movimientos de su alma, sabiendo que está haciendo algo prohibido por la Iglesia, pero al mismo tiempo deseado por Dios. Que investigara a los Papas que quizá han tenido esa condición sexual y no por eso han dejado de hablar ex cátedra. Que relatara, una vez fallecido, el encuentro con Dios y el castigo por haberse atrevido a ordenarse siendo homosexual.
Me pregunto qué pensarán los homosexuales católicos al haber conocido esta circular del jefe de personal de Dios. ¿Fueron acaso un error de la creación? Se equivocó el Todopoderoso de tal manera al crearlos que no soporta su visión. ¿Reniega de ellos como un artista caprichoso e histérico? ¿Son buenos los homosexuales para financiar a la Iglesia, pero no para formar parte de ella? ¿Debemos escuchar con toda tranquilidad esos disparates sin denunciarlos? ¿Es lógico que con nuestros impuestos sostengamos a organizaciones tan sumamente reaccionarias, desfasadas, inhumanas? Danos, Señor, una señal.

Juan José Millás. Dbre-2005