Hasta la muerte ( by Alargaor )
Final de la copa de la uefa: Middlesborough 0 Sevilla FC 4
Estrofa-poema que debería estar colgada con chinchetas en el tablón de anuncios de la biblioteca de Alejandría. Ortografía de idiomas, cifras y letras, matemáticas, pases de tiralíneas, evasión con victoria, viaje (de goles) alucinante, paradón de Palop, beso del balón al palo en un chutazo de Jesús Navas, veinte años. Bufandas al cuello de los afixionados bajo 25 grados centígrados en la tierra de uno de los paises más bajos del mundo, kilómetros de volantazos de bus, baches en aireplannings, un sin número exacto de dados de vientre, de banderas al viento, de gorritos en la frente, de ilusiones, no por estúpidas, enormes, gigantescas. La copa es nuestra, somos grandes.
Hasta el árbitro estuvo a la altura del cénit más brillante: Dejó jugar. Los jartó a los veintidos incluso. No les dió el más mínimo respiro, no pitaba tonteras, ni quiso ser, como casi todos, protagonista. Pasó totalmente desapercibido. O sea, crack, chapeau, ya no me acordaba de que se podía ver fútbol sin numeritos de autoridad, constantes silbos, parones de juego, tanganas como faltas, falsarias, tarjetas al utillero, al segundo entrenador y a la secretaría técnica, consultas npi, (vaya marrón), al linier mediático,(generalmente, al igual que el referido referee, descaradamente madridista), (así así....), y cosas de esas. Vimos fútbol-fútbol en estado puro. No moviolas. Fútbol-fútbol como en aquellos trofeos Colombinos y Carranzas tan gloriosos: los del Ujpesz Dosza de Bene, el del Sao Paulo de Paraná, el del Benfica de Eusebio, el del Santos de Pelé y Garrincha...
Ayer vimos ganar con arte a mi equipo. Sí, y lo digo bien alto en Huelva, aunque me cueste perder acomplejados lectores: El Sevilla FC es MI CLUB de mi alma, mi equipo.
Que esta vez no conquistó un trofeo veraniego. Ni malo ni bueno, ni de los de la solera de antes, ni de las pachangas de ahora. Esa copa de ayer valía lo que vale de verdad de la buena hoy. Naita menos que la copa oficial avalada por la uefa efa. Y todo esto que comento, ni oido, ni extasiado, ¿lo soñé, o qué?...
Era verdad, recibí más mensajes, llamadas e imeles de familiares, amigos y amigas, que en fin de año. En el que, por cierto, pasé de uvas. El año que viene, ni las campanás, tú, y a lo mejor, cae la de la champions.
Estrofa-poema que debería estar colgada con chinchetas en el tablón de anuncios de la biblioteca de Alejandría. Ortografía de idiomas, cifras y letras, matemáticas, pases de tiralíneas, evasión con victoria, viaje (de goles) alucinante, paradón de Palop, beso del balón al palo en un chutazo de Jesús Navas, veinte años. Bufandas al cuello de los afixionados bajo 25 grados centígrados en la tierra de uno de los paises más bajos del mundo, kilómetros de volantazos de bus, baches en aireplannings, un sin número exacto de dados de vientre, de banderas al viento, de gorritos en la frente, de ilusiones, no por estúpidas, enormes, gigantescas. La copa es nuestra, somos grandes.
Hasta el árbitro estuvo a la altura del cénit más brillante: Dejó jugar. Los jartó a los veintidos incluso. No les dió el más mínimo respiro, no pitaba tonteras, ni quiso ser, como casi todos, protagonista. Pasó totalmente desapercibido. O sea, crack, chapeau, ya no me acordaba de que se podía ver fútbol sin numeritos de autoridad, constantes silbos, parones de juego, tanganas como faltas, falsarias, tarjetas al utillero, al segundo entrenador y a la secretaría técnica, consultas npi, (vaya marrón), al linier mediático,(generalmente, al igual que el referido referee, descaradamente madridista), (así así....), y cosas de esas. Vimos fútbol-fútbol en estado puro. No moviolas. Fútbol-fútbol como en aquellos trofeos Colombinos y Carranzas tan gloriosos: los del Ujpesz Dosza de Bene, el del Sao Paulo de Paraná, el del Benfica de Eusebio, el del Santos de Pelé y Garrincha...
Ayer vimos ganar con arte a mi equipo. Sí, y lo digo bien alto en Huelva, aunque me cueste perder acomplejados lectores: El Sevilla FC es MI CLUB de mi alma, mi equipo.
Que esta vez no conquistó un trofeo veraniego. Ni malo ni bueno, ni de los de la solera de antes, ni de las pachangas de ahora. Esa copa de ayer valía lo que vale de verdad de la buena hoy. Naita menos que la copa oficial avalada por la uefa efa. Y todo esto que comento, ni oido, ni extasiado, ¿lo soñé, o qué?...
Era verdad, recibí más mensajes, llamadas e imeles de familiares, amigos y amigas, que en fin de año. En el que, por cierto, pasé de uvas. El año que viene, ni las campanás, tú, y a lo mejor, cae la de la champions.
EN FIN, QUE SI, QUE ME ALEGRO UN HUEVO DEL COPAZO QUE HA GANADO TU SEVILLA. ENHORABUENA. TE LO DICE UN CADISTA, CON EL CORAZON AMARILLO Y UNAS GANAS ENORMES DE VOLVER A VERNOS EN PRIMERA. MIS RESPETOS AL CAMPEON Y QUE CAIGAN MAS.