Primero fueron los indios americanos, los "pieles rojas"; luego fueron los alemanes, los "cabezas cuadradas"; poco más tarde, los japoneses, los "amarillos", los japos" ; más tarde, los vietnamitas, "los charlies"; y ya puestos, para darle vidilla a la guerra que empezaba a ponerse en plan soviética demasiado "fría", o incluso abiertamente imposibles y menos rentables, descolonizaciones, todos ellos con su consiguiente sustrato de racismo diferenciador, para acabar haciéndoles la guerra por un puñado de petróleo allá en Iraq, al pueblo iraquí, como un todo "terrorista islámico"...
Pero el enemigo de verdad, ni era piel roja, ni era centroeuropeo, ni era oriental, ni era del golfo, y parece ser que no estaba tan lejos...
Y si el lugar exacto donde se encuentra el enemigo, me lo dice un auténtico soldado combatiente, con un par de dedos de frente, ¿Qué queréis que os diga yo?, pues francamente, que me lo creo doblemente.
Mike Prysner nos descubre que
EL ENEMIGO NO ANDA LEJOS. EL ENEMIGO ESTÁ AQUí: LO TENEMOS EN CASA.
¿Habría guerras si no hubiese siervos voluntarios?