La esperanza de "La esperanza"
A todos los que pasasteis por allí
(por compartir vuestra esperanza)
A Gloria Fuertes
(que lo habría expresado mucho, mucho mejor)
También, a Curro Moro
(porque siempre,
no lo olvides, concejal,
superará la poesía
a la sartén por el mango)
Una merienda
sin aditivos,
sin conservantes,
que lo íntegro perdura
frente a metales de cambio
con los que siempre perdemos.
A otros
les va la carroña
que les deja dividendos
-restando, restando,
ellos,
sumando, sumando-
Risas y juegos de niños
-y El Cigala,
y Kiko Veneno…-
construyendo el arco iris
mientras monstruos inventados
mordisqueaban sus dedos
-hermosos monstruos de cuento,
no cuentistas como perros-
Artes marciales pausadas,
garantizando la vida,
frente al comercio de prisas
con el que avanza la muerte,
capa de asfalto y cemento.
Unas matas de tomillo,
mirto,
majuelo,
romero,
arraigando,
confrontando al hormigón
que sepulta el horizonte
y nos marchita los cielos
-si se desea,
entiéndase
también
lo anterior como metáfora-
Un recital de poemas
-ya era tarde para los niños
y fuimos allí por ellos-
que no llegó a celebrarse,
aunque saliera en los medios,
que en una cosa
acertaron
todos, allí, le prestamos
atención a la poesía,
era preciso enfrentarla
a la prosaica codicia
y a la gula de los cuervos.
Y no faltó la cerveza,
-no podía faltar
¿verdad?...
Estando yo allí...-
mas no os hagáis ilusiones,
fraguadores de cemento,
no era alcohol para olvidar,
o el sedante de un lamento
¡Brindábamos la victoria
que haremos con nuestros sueños!
Parque de la Esperanza (por muchos años)
A ocho de junio de dos mil seis.
(por compartir vuestra esperanza)
A Gloria Fuertes
(que lo habría expresado mucho, mucho mejor)
También, a Curro Moro
(porque siempre,
no lo olvides, concejal,
superará la poesía
a la sartén por el mango)
Una merienda
sin aditivos,
sin conservantes,
que lo íntegro perdura
frente a metales de cambio
con los que siempre perdemos.
A otros
les va la carroña
que les deja dividendos
-restando, restando,
ellos,
sumando, sumando-
Risas y juegos de niños
-y El Cigala,
y Kiko Veneno…-
construyendo el arco iris
mientras monstruos inventados
mordisqueaban sus dedos
-hermosos monstruos de cuento,
no cuentistas como perros-
Artes marciales pausadas,
garantizando la vida,
frente al comercio de prisas
con el que avanza la muerte,
capa de asfalto y cemento.
Unas matas de tomillo,
mirto,
majuelo,
romero,
arraigando,
confrontando al hormigón
que sepulta el horizonte
y nos marchita los cielos
-si se desea,
entiéndase
también
lo anterior como metáfora-
Un recital de poemas
-ya era tarde para los niños
y fuimos allí por ellos-
que no llegó a celebrarse,
aunque saliera en los medios,
que en una cosa
acertaron
todos, allí, le prestamos
atención a la poesía,
era preciso enfrentarla
a la prosaica codicia
y a la gula de los cuervos.
Y no faltó la cerveza,
-no podía faltar
¿verdad?...
Estando yo allí...-
mas no os hagáis ilusiones,
fraguadores de cemento,
no era alcohol para olvidar,
o el sedante de un lamento
¡Brindábamos la victoria
que haremos con nuestros sueños!
Parque de la Esperanza (por muchos años)
A ocho de junio de dos mil seis.
SÓLO POR EL SENTIMIENTO QUE DESPRENDEN ESTOS VERSOS, POR LAS VERDADES QUE ATESORA, POR EL MURMULLO QUE DESPRENDEN, POR EL SOL QUE IRRADIA, POR EL ARCO IRIS DESPLEGADO, POR LAS ILUSIONES, POR LOS SUEÑOS QUE NO DESEAN PERDERSE, POR LA VIDA, POR EL DIÁLOGO, POR SER TELA DE OTRA HECHURA -MATERIAL POR EL QUE NO PASA EL TIEMPO-, ETERNA ANTÍTESIS DEL PODER, ESTOS VERSOS Y LOS DE OTROS MUCHOS QUE NO LO HICIERON PERO QUE CON SU PRESENCIA LO APOYARON, DECÍA, DEBERÍAN VERSE RECOMPENSADOS CON EL ALIMENTO QUE NECESITAN: QUE SE SALVE LA ESPERANZA.
SALVAR EL PARQUE DE LA ESPERANZA NO ES EL DESEO INCONTENIBLE DE UNOS LOCOS. LA ESPERANZA SUPONE EN HUELVA, COMO EN ALJARAQUE LAS COJILLAS Y EN MILLONES DE SITIOS OTROS TANTOS LUGARES ENTRAÑABLES, LOS ESPACIOS DE OCIO NECESARIOS PARA VIVIR, PARA RESPIRAR, PARA ESQUIVAR DE CUANDO EN CUANDO AL SORDIDO LADRILLO, AL SEMÁFORO TRICOLOR, AL CENTRO COMERCIAL...
SUPONE LA LUZ, LA PAZ, EL ENTENDIMIENTO CON EL ENTORNO.
ENHORABUENA POR TU POESÍA, RAFA.
UN ABRAZO
PACO HUELVA