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El prestidigitador


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(Sal y espuma)


Alto, flaco y desgarbado,
Vestido todo de negro,
Saludó a la concurrencia,
Impaciente ya por verlo.

"Prestos estén a asombrarse,
Señoras y caballeros,
Que no hay trampa ni cartón,
Sólo magia en estos juegos".

Del fondo de su chistera
Sacó naipes y conejos;
Luego sacó amaneceres,
Sacó palomas y besos,

Estrellas, lunas, abrazos,
Caricias, amor, deseo,
Y por fin, viendo mis lágrimas,
Ramilletes de pañuelos.

Después con un toque trágico,
Varita mágica en duelo,
Hizo mudar todo en polvo,
En humo, de olvido yertos.

"¿Qué arte de birlibirloque
-Le inquirí, de espanto preso,-
Pudo obrar tantos desmanes
Haciendo trizas lo bello?

¡Di cómo habré de nombrarte!,
Hechicero del Averno,
Para arrojar tu aquelarre
Entre las fauces del fuego".

"No ha de arder lo inexistente
-Respondió muy firme y cierto-
Soy quimera en tu espejismo,
Respondo al nombre de tiempo".

archivado en:
Benito
Benito dice:
23/02/2009 18:17

esclavos somos de lo antojos del tiempo...

FILOABPUERTO
FILOABPUERTO dice:
23/02/2009 19:26

Y aunque con fuerza apretara
dentro del puño, sus dedos
se le escurría entre ellos...
pues no hay hechicero que pueda
asir ni detener el tiempo


Es precioso, Rafa,
logras mantenernos pendientes de la chistera de tus versos

Un abrazo:

Merce

manolo rubiales
manolo rubiales dice:
23/02/2009 20:41

¡plas, plas, plas....!
No sé si debo pedirte los "vises".