Caballo de Atila
He marchitado la hierba altiva
Con los ríos de hiel vertida
Por un enjambre de gusanos mórbidos.
He calcinado la gota de rocío
Sobre la espina de un rosal amarillo
Con mi aliento exiliado en el ocaso.
He trastocado la rosa de los vientos
Con los gritos sin mordiente
De unas entrañas afónicas de hielo.
He desterrado gota a gota la lluvia
Con el ansia terral calando
De una fantasmal tempestad ignota.
He dado muerte a la mar
Tratando de encerrar el salmo de una sirena azul
Bajo estrellas sin alas desplomándose.
He perpetrado el eclipse eterno
Empeñado en detener cada noche la Luna
En el centro de un estanque sin agua.
He suprimido el horizonte
Derribando un alud de nubes negras
Sobre un cielo sin aurora boreal ni mariposas arco iris.
He despertado el volcán
De frías cenizas aterradas de crepúsculo
Que avanzan a la par que una luz mortecina sin materia.
He proclamado el incendio
Con el combustible afilado
De Venus muriéndose detrás de los espejos.
Y ahora
En este desierto de cieno seco
Que he construido a pulso
A tu pesar
A golpes de mi mal sin mar
Como un Hércules sin fuerzas
Busco una porción de lágrima
Para mi sed de océano.
(Demasiado tarde
Ya emigraron las gaviotas
Hacia aguas de Caronte)
Con los ríos de hiel vertida
Por un enjambre de gusanos mórbidos.
He calcinado la gota de rocío
Sobre la espina de un rosal amarillo
Con mi aliento exiliado en el ocaso.
He trastocado la rosa de los vientos
Con los gritos sin mordiente
De unas entrañas afónicas de hielo.
He desterrado gota a gota la lluvia
Con el ansia terral calando
De una fantasmal tempestad ignota.
He dado muerte a la mar
Tratando de encerrar el salmo de una sirena azul
Bajo estrellas sin alas desplomándose.
He perpetrado el eclipse eterno
Empeñado en detener cada noche la Luna
En el centro de un estanque sin agua.
He suprimido el horizonte
Derribando un alud de nubes negras
Sobre un cielo sin aurora boreal ni mariposas arco iris.
He despertado el volcán
De frías cenizas aterradas de crepúsculo
Que avanzan a la par que una luz mortecina sin materia.
He proclamado el incendio
Con el combustible afilado
De Venus muriéndose detrás de los espejos.
Y ahora
En este desierto de cieno seco
Que he construido a pulso
A tu pesar
A golpes de mi mal sin mar
Como un Hércules sin fuerzas
Busco una porción de lágrima
Para mi sed de océano.
(Demasiado tarde
Ya emigraron las gaviotas
Hacia aguas de Caronte)
EXTRAORDINARIO RAFA. NO DEJO DE SORPRENDERME GRATAMANETE CON CADA UNO DE LOS POEMAS QUE NOS VAS DESGRANANDO POR AQUI. ME QUITO EL SOMBRERO. EN EL DE HOY HAS DADO MUESTRA DE LA BELLEZA QUE PUEDE CONTENER LO APOCALIPTICO. UN ABRAZOTE