Abismo
¡Cómo ansiaba,
yo,
escribirte
poemas de amor!
De mi amor,
mi gran amor,
mi único amor.
Eso creía.
Eso quería.
Pero entonces,
de anochecida,
te crecí muros,
cercándote.
Y en vuelo,
las alas henchidas
de hastío,
no supe salvarlos.
Ni haciéndome ariete,
arremeternos ternura,
derribando.
Después,
una noche,
sin lunas ni cielo,
sin grillos ni estrella,
un rosal amarillo,
hiriente de espinas,
me brotó del pecho.
Yo
quería rosas rojas
y vertía
--------- sangre a zarpazos
sobre aquel jardín dantesco.
Mas el amarillo
infectó venas,
semen,
corazón…
Y, ofuscado,
sin norte
ni sur
ni centro,
sin este
ni oeste,
me afane,
ciego,
------ en perforar galerías.
Angostas,
profundas,
tenebrosas…
Sol y noche.
Luna y día.
Y cavé
arrebatado.
Y cavé
violento.
Y cavé.
Con las uñas,
con los dientes,
con la lengua,
con los ojos,
con silencios,
con desplantes…
Arrastrándome,
arrastrándonos,
arrastrándote.
Hasta llenar de tierra mis venas.
Hasta colmar de luna mi sangre.
Pero duras
las rocas
de aquel inframundo.
Yo mismo...
roca roca.
Y abismé y abismé
y abismé
---------- arquitecto de barrancos.
Y una maraña,
amarilla de espinos,
consolidó la frontera,
infranqueable.
-------------------------------- (Y tú
-------------------------------- sin saberlo
-------------------------------- o sin querer saberlo)
Octubre de 2005
yo,
escribirte
poemas de amor!
De mi amor,
mi gran amor,
mi único amor.
Eso creía.
Eso quería.
Pero entonces,
de anochecida,
te crecí muros,
cercándote.
Y en vuelo,
las alas henchidas
de hastío,
no supe salvarlos.
Ni haciéndome ariete,
arremeternos ternura,
derribando.
Después,
una noche,
sin lunas ni cielo,
sin grillos ni estrella,
un rosal amarillo,
hiriente de espinas,
me brotó del pecho.
Yo
quería rosas rojas
y vertía
sobre aquel jardín dantesco.
Mas el amarillo
infectó venas,
semen,
corazón…
Y, ofuscado,
sin norte
ni sur
ni centro,
sin este
ni oeste,
me afane,
ciego,
Angostas,
profundas,
tenebrosas…
Sol y noche.
Luna y día.
Y cavé
arrebatado.
Y cavé
violento.
Y cavé.
Con las uñas,
con los dientes,
con la lengua,
con los ojos,
con silencios,
con desplantes…
Arrastrándome,
arrastrándonos,
arrastrándote.
Hasta llenar de tierra mis venas.
Hasta colmar de luna mi sangre.
Pero duras
las rocas
de aquel inframundo.
Yo mismo...
roca roca.
Y abismé y abismé
y abismé
Y una maraña,
amarilla de espinos,
consolidó la frontera,
infranqueable.
Octubre de 2005
¡Álzate, Maja de mayo
Y baja a reconocer
Al feroz enamorado
Que te reclama!. (Pelo de Tormenta de Fco. Nieva)
Pre...cioso, Rafa.
Besos