"14 de abril, memoria y esperanza", por Miramamolín, el Moro
¿Cuántas cosas se dicen y se están diciendo en estas horas sobre esta fecha? Estoy seguro de que las habéis oído y leído. Unas os parecerán bien, otras no tanto y otras verdaderos disparates. Yo me he pronunciado sobre el asunto -la forma de gobierno llamada república- en más de una ocasión. Hoy quiero hacer un resumen de lo que pienso.
Ante todo, dos cuestiones previas: que el 14 de abril sea una referencia, no una meta; que se eviten los errores que se cometieron en aquélla II República. Sí, ya sé que no se le dejó tiempo, pero también sabemos que se improvisó, que se quiso correr quizá demasiado, sin una sólida base previa.
Por eso titulo la columna “memoria” - que no olvidemos lo bueno que tuvo, pero tampoco lo malo para aprender de los errores, y que no olvidemos a quienes sufrieron y murieron por defender la legalidad republicana – y “esperanza”, porque el trabajo a realizar ha de partir del conocimiento, pero mirando hacia las metas a conseguir, sin dejarse llevar por la melancolía, el romanticismo ni la ingenuidad.
Creo que deben evitarse los maniqueísmos: la sociedad es variadísima en cuanto a ideas y sentimientos y, en la auténtica democracia, todos han de tener su lugar, su espacio. Partir de que sólo “los nuestros” caben en el sistema republicano es condenar a éste al fracaso, porque “los otros” se sentirían -nosotros los haríamos tales- enemigos y así actuarían.
Entiendo que es básico, imprescindible, que el trabajo por instaurar la República debe hacerse desde abajo, es decir, desde el movimiento ciudadano, vecinal, no desde los aparatos de los partidos. Manda la experiencia: la transición la hicieron ellos y ahí está el resultado con la corrupción dominando el panorama de un país en el que vivir es cada vez más difícil, especialmente para los jóvenes y amplias capas de marginados porque esa corrupción, que arranca de la misma raíz de la transición, sólo mira el beneficio de los grandes grupos financieros o de presión y de sus empleados, los políticos profesionales.
Insto, por tanto, a todos quienes participan en el movimiento ciudadano a que incluyan en sus actividades prioritarias la concienciación republicana de sus vecinos.
¿En qué modelo de república creo? Lo resumo:
1.Federal, porque el derecho a la autodeterminación de los distintos pueblos que forman España ha de respetarse, del mismo modo que se ha de respetar el de todos los ciudadanos. Y esos pueblos, mediante pacto, deben crear la República Federal Española. ¡Ojo! El movimiento ciudadano como protagonista, no los partidos nacionalistas, generalmente de base burguesa-empresarial.
2.Sistema electoral basado en el voto personal transferible en todos los ámbitos y con circunscripciones electorales amplias: las regiones o nacionalidades, no las provincias. Naturalmente, nada de leyes D'Hont ni trampas parecidas. Listas abiertas aunque las presenten los partidos y responsabilidad de los electos ante sus electores, no ante los aparatos de los partidos. Transparencia de las economías de todos los cargos electos y de confianza, así como de las de sus allegados por lo menos hasta el 2º grado. Ingresos iguales a los que en sus profesiones anteriores tuviesen. La dedicación a la política no debe ser nunca la base del medro personal ni del enriquecimiento.
3.Elección por separado del presidente de la república, de los presidentes de los distintos estados federados, del parlamento federal y de los nacionales, así como de los órganos de gobierno judiciales, elecciones éstas en las que intervendrían todos los que trabajan en el mundo de la justicia, no sólo los jueces, para evitar el corporativismo.
4.Una república laica: primer paso, la denuncia y anulación del concordato con el Vaticano. Todas las iglesias y religiones circunscribirían sus acciones al ámbito privado de sus fieles y serían consideradas como las asociaciones de otro tipo, sometidas al mismo régimen fiscal, etc. Ningún privilegio para ninguna religión.
5.Prioridad presupuestaria para la educación, la salud, las acciones de tipo social, de modo que la cultura, la ética civil y la igualdad de todos los ciudadanos sean los objetivos a lograr.
6.Sistema fiscal basado en los impuestos directos, con una macroeconomía al servicio de la micro, no al revés, es decir: primero el ciudadano, después los indicadores económicos. Una vigilancia especial sobre los latifundios y adopción de medidas expropiatorias en su caso. Primar el cooperativismo y la autogestión económico-empresarial.
7.Nada de jurisdicciones militares: son funcionarios como cualquier otro y si delinquen, han de responder ante los mismos tribunales que cualquier ciudadano.
8.Profundizar en el concepto de soberanía nacional con revisión de los tratados militares en vigor, con especial mención a la aberración OTAN y eliminación de la servidumbre de las bases americanas en nuestro suelo.
Todo ello previa consulta a la ciudadanía mediante referendum, tras una muy amplia información para que el voto sea consciente. Ha de quedar muy claro a los ciudadanos que no se trata de cambiar un rey por un presidente (ya que éste tendría los mandatos limitados, sin sucesión familiar, tangible por la ley como cualquier otro ciudadano, rindiendo cuentas de las partidas presupuestarias que se le asignen, etc.), sino de instaurar la verdadera democracia.
Y esa democracia ha de llegar también a los partidos políticos que, hoy -y sálvese quien pueda-, no son democráticos puesto que son los aparatos quienes hacen y deshacen (desde el digitazo de Aznar a Rajoy hasta la plana mayor del PSOE bailándole a los condenados por el GAL, pasando por las cacicadas de Rojas Marcos, los españoles hemos visto tantas pruebas de falta de democracia interna que no creo que haga falta extenderse). No me parece tarea difícil si los controles económicos que establezca la República son eficaces -espantarían a los vividores y oportunistas- y si sus militantes electos rinden cuentas ante los electores.
Por eso insisto en que el trabajo por la República han de hacerlo las organizaciones cívicas, no los actuales partidos que, presumo, pueden ser opuestos a la idea y para ello hay que estar preparados.
14 de abril, memoria y esperanza: hacia la República Federal Española.
¡Oj Ala! Salam Aleikum.
Abrazos de un ateo.