Vertedero Natural
El Paraje Natural de las Marismas del Odiel se está transformando en el vertedero natural de la superurbe aljaraqueña. Y no quiere enterarse nadie: ni la oposición en el Ayuntamiento ni el mismísimo Patronato que debe velar por su conservación.
Me consta el esfuerzo y las muchas horas de trabajo que la Dirección del espacio protegido dedicó a lograr la calificación de Reserva de la Biosfera para el Paraje. Pero la figura otorgada por la UNESCO no sólo hay que conseguirla, sino mantenerla. Por eso me sorprende tanto que se deje infectar las marismas con una transfusión permanente de residuos urbanos, sin que parezca siquiera probable que vayan a cerrarse los efluentes producidos por el imperio capitalista del ladrillo. Ni se haya exigido una depuradora de aguas -qué menos- antes de dar licencia de habitabilidad. Estética aparte, ya me dirán.
El movimiento ecologista representado en el Patronato susodicho se limita a informar (por si acaso algún miembro no se había percatado de la evacuación de los residuos fecales a las marismas protegidas) de lo que está pasando y a sugerir alguna solución a los vertidos, que no sería más que usar las prerrogativas que le corresponden al Patronato según la Ley, y así se suspendan las actividades que dañan las aguas del Paraje Natural. Reacción: muerte al mensajero. Que no se entere nadie. La prensa publica puntualmente el Orden del Día que se tratará en la reunión del Patronato y no se pronuncia de lo discutido. Qué más nos puede pasar. Estamos rodeados y sin escapatoria.
En el Tinto fosfoyesos y en el Odiel, el hormigón y sus daños colaterales.
Hola María, tu artículo me parece de lo más comedido, respetuoso y objetivo que he visto en mi vida. En mi opinión, no habría que censurarlo, sino todo lo contrario: ENMARCARLO. Al menos aquí, en Onubenses.org, nadie te censurará (a no ser que algún día te salga bigote y decidas embarcarnos en invasiones petrolíferas contra la voluntad del 90% de la ciudadanía). Ánimo y besos: Manuel