Usted está aquí: Inicio / Marcos Gualda / Blog / Gilipoya

Gilipoya

Cacuito es un gilipoya. Animado por la democracia, se empadronó en Corleone, a fin de votar en las elecciones italianas. Paseó por la Plaza Mayor, admiró el monumento erigido en honor a los jueces Falcone y Borsellino, asesinados por la mafia. Se mezcló con la plebe. Probó sus copas de campari con limón helado y el pastel de ricotta. Rezó en las iglesias y jugó a los naipes. Se encaramó a los cerros oteando la libertad. Releyó a Mario Puzo y amó y odió a Vito Andolini y al vídeojuego comercializado en su honor. Su voto propició la derrota de Berlusconi. Su chivatazo, que ese mismo día detuvieran a Bernardo Provenzano, el capronazo de la cosa nostra siciliana, armado de papeles en los bolsillos que no eran precisamente papeletas que depositar en las urnas. Por partida doble, en un mismo día, Cacuito, un gilipoya, torturó ferozmente a la mafia.