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Dibujitos animados

Investigaciones apriorísticas y supuestamente científicas, guiadas por el prejuicio más simple y ñoño, señalan que algunos dibujitos animados son la hostia de chungos para el celebro de nuestros hijos. Es la misma cortedad pacata de miras con que los culturetas anatemizan al fútbol (al furgo, siempre al furgo, y no a otros deportes, porque éste se ha convertido en el gran negocio de los deportes y del mundo mundial: como si la cultura no lo hubiera sido toda la vida, a menor escala, porque no han podido o no han sabido explotarla). Papitos y mamitas, si el joputa niño sale un poquito picúo, no le echen la culpa a la tele ni a la escuela ni al entorno ni a los amiguitos: mírense el ombligo, encima de la nona fláccida y la vulva huraña: jódanse, la responsabilidad es suya.

Quien más quien menos cantó los puños fuera de Mazinger Z. Quien más quien menos encajó en el cine Odiel todos los mamporros de Terence Hill y Bud Spencer. Quien más quien menos ensayó delante del espejo las mañas de El mono borracho.

Quien más quien menos de esa generación hoy colecciona al menos un graduado escolar y ayuda a sus hijos en las tareas escolares. Quien más quien menos de esa generación hoy hace el amor a su mujer. Quien más quien menos de esa generación hoy es funambulista del andamio que hace crecer los pisos donde crecen nuestros hijos. Quien más quien menos de esa generación se colegió galenamente para hoy blandir un bisturí, sajar y ayudar al nacimiento de nuestros hijos. Quien más quien menos de esa generación, miren cómo tiemblo, hoy es el maestro que bieneduca a nuestros hijos.