La lupa
Reformar siguiendo las directrices de los arquitectos que diseñaron el engendro es, cuanto menos, propio de ilusos. Grita la pseudoizquierda encolerizada. Siempre en minoría, pobrecitos. Incluso cuando gobiernan, como en Andalucía, hacen lo que pueden. Nada. Acompañan los recortes mostrando un síndrome bipolar que ya resulta cansino. Marx y Lenin disfrazados de parlamentarios aburguesados.
La Banca, qué fantástico es el lenguaje. No hace mucho tiempo, es decir, ayer mismo, mucha banca era caja. Cajas de Ahorros. Desastre absoluto. Grandes economistas locales erigiendo el imperio de la catástrofe. Espacios masificados sin masa. Vacío contradictorio. Consejos de Administración repletos de políticos y sindicalistas que ahora quieren liderar la indignación de los que creían en el falso sistema representativo de la democracia burguesa.
El liberalismo se suicidó en el XIX. El socialismo y el comunismo en el XX. Solo queda el engendro del capitalismo y, para qué engañarnos, ninguno de los partidos al uso (PP, PSOE, IU...) está dispuesto a enfrentarse a muerte con él.
Qué queda entonces, la resignación. NO. Queda, como siempre, la minoría. Igual que en el XIX y el XX. Una minoría que vive al margen del circo, como lo primeros liberales, como los primeros socialistas. Perseguidos y condenados al ostracismo, como el Comité Invisible. Olvidémonos de toda la maraña que entorpece la visión. Hay que centrar la lupa en el concepto CAPITALISMO, el sol hará el resto.
La Banca, qué fantástico es el lenguaje. No hace mucho tiempo, es decir, ayer mismo, mucha banca era caja. Cajas de Ahorros. Desastre absoluto. Grandes economistas locales erigiendo el imperio de la catástrofe. Espacios masificados sin masa. Vacío contradictorio. Consejos de Administración repletos de políticos y sindicalistas que ahora quieren liderar la indignación de los que creían en el falso sistema representativo de la democracia burguesa.
El liberalismo se suicidó en el XIX. El socialismo y el comunismo en el XX. Solo queda el engendro del capitalismo y, para qué engañarnos, ninguno de los partidos al uso (PP, PSOE, IU...) está dispuesto a enfrentarse a muerte con él.
Qué queda entonces, la resignación. NO. Queda, como siempre, la minoría. Igual que en el XIX y el XX. Una minoría que vive al margen del circo, como lo primeros liberales, como los primeros socialistas. Perseguidos y condenados al ostracismo, como el Comité Invisible. Olvidémonos de toda la maraña que entorpece la visión. Hay que centrar la lupa en el concepto CAPITALISMO, el sol hará el resto.