Jua, jua, Juan (1990)
Todo el concierto contó con proyecciones realizadas por Luis Quintero, yo mismo y, en el caso de la pieza que nos ocupa, Nuria Portillo.
Juan, el de la bondad infinita, era mi abuelo. Irradiaba una simpleza zen y, sobre sus hombros, cabalgué por los campos de Chiclana. Se olvidan las imágenes, pero nunca las sensaciones.
JUA, JUA, JUAN
httpv://www.youtube.com/watch?v=JGqb_GAtR58