Dinamo de buje Schmidts SON 28

Así surgió nuestro interés por las dinamos. Al principio nos echaba un poco para atrás la resistencia añadida que podría generar a nuestro pedaleo, especialmente si tenemos en cuenta que no somos grandes deportistas y que una ruta de mil kilómetros, llena de cuestas y cargados de alforjas, tienda, saco, aislante,... ya es de por sí bastante agotadora. Por otro lado, también nos preocupaban las maniobras de encendido y apagado de la dinamo (ni queríamos tener que parar cada dos por tres, ni tener que adoptar posturas forzadas y peligrosas), así como la posibilidad de cargarnos el móvil y/o batería por sobretensión en las cuestas abajo largas y pronunciadas.
Por fortuna, tras estudiar el asunto en profundidad, descubrimos que además de las dinamos de llanta de toda la vida, también existían dinamos de buje, que las más modernas y avanzadas de este tipo evitan toda posibilidad de sobretensión y ofrecen una resistencia mínima al pedaleo.
¡Problemas resueltos!
\ ;-)
Además, había una en particular, la Schmidts SON 28, que destacaba por encima del resto, con resistencias equivalentes a subir diez centímetros por kilómetro cuando no está generando electricidad y menos de un metro por kilómetro cuando está a pleno rendimiento. Y, por si fuera poco, su garantía cubre los primeros 50.000 km que hagamos, así que aunque no es barata, tenemos dinamo para rato..
Más información: Nabendynamo SON 28
Besos y abrazos,
Manuel