CicloLitoral 2007: Jueves 23 de agosto (Ibiza-Sa Rápita)
Hoy, además de ponernos al día en las crónicas, ha sido una jornada suave, a pesar de haber rodado más de sesenta kilómetros. Además, sin darnos cuenta, nos hemos convertido en gente VIP...
Tras haber dormido profundamente en casa de Pau (a estas alturas una cama se agradece bastante...), nos levantamos a eso de las nueve menos cuarto de la mañana, preparamos las cosas y nos dirigimos al puerto de Ibiza tras habernos despedido de nuestro anfitrión.
A las once subimos al barco y, sin darnos cuenta, nos convertimos en gente VIP: tras asegurar las bicis con la correspondiente cinta, nos metimos por la puerta más cercana y nos acomodamos en una de las mesas de la proa del barco. No tardamos mucho en sospechar que algo raro pasaba, al ver que había tan poca gente disfrutando de las magníficas vistas que ofrecían los ventanales principales del barco. Poco después, nuestras sospechas se vieron confirmadas cuando, sin haberlo pedido, nos sirvieron un desayuno al tiempo que nos ponían una película infantil. Resulta que, sin darnos cuenta, nos habíamos sentado en la sala Neptuno (VIPs), en vez de en la sala Sirena (clase turista).
Tras dos horas y media de rápida navegación (30 nudos), llegamos al puerto de Palma de Mallorca y nos quedamos impresionados tanto con las vistas de la isla antes de llegar, como con los megacruceros que había atracados.
Rápidamente, comenzamos a pedalear por un carril bici que nos llevaría, a lo largo de muchísimos kilómetros, hasta la playa de S'Arenal. Desde ahí proseguimos el viaje por distintas vías de servicio, dejando atrás Llucmajor y Campos antes de llegar a nuestro destino de hoy: Sa Rápita (desde la cual puede contemplarse la isla de Cabrera, famosa por su gran riqueza natural).
Ahora, tras haber disfrutado de una deliciosa cena mediterránea y habernos puesto al día en nuestras crónicas diarias, tan sólo nos queda decidir dónde pasaremos la noche y encaminarnos al sitio finalmente elegido (estamos valorando dos posibilidades: ocupar alguna terraza de adosado abandonado o hacer vivac en la cercana zona de dunas que se extiende entre Sa Rápita y Ses Covetes).
En cualquier caso, si no diluvia, es seguro que dormiremos profundamente, pues la acumulación de días de ruta comienza a notarse ya...
Besos y abrazos:
Manuel
Tras haber dormido profundamente en casa de Pau (a estas alturas una cama se agradece bastante...), nos levantamos a eso de las nueve menos cuarto de la mañana, preparamos las cosas y nos dirigimos al puerto de Ibiza tras habernos despedido de nuestro anfitrión.
A las once subimos al barco y, sin darnos cuenta, nos convertimos en gente VIP: tras asegurar las bicis con la correspondiente cinta, nos metimos por la puerta más cercana y nos acomodamos en una de las mesas de la proa del barco. No tardamos mucho en sospechar que algo raro pasaba, al ver que había tan poca gente disfrutando de las magníficas vistas que ofrecían los ventanales principales del barco. Poco después, nuestras sospechas se vieron confirmadas cuando, sin haberlo pedido, nos sirvieron un desayuno al tiempo que nos ponían una película infantil. Resulta que, sin darnos cuenta, nos habíamos sentado en la sala Neptuno (VIPs), en vez de en la sala Sirena (clase turista).
Tras dos horas y media de rápida navegación (30 nudos), llegamos al puerto de Palma de Mallorca y nos quedamos impresionados tanto con las vistas de la isla antes de llegar, como con los megacruceros que había atracados.
Rápidamente, comenzamos a pedalear por un carril bici que nos llevaría, a lo largo de muchísimos kilómetros, hasta la playa de S'Arenal. Desde ahí proseguimos el viaje por distintas vías de servicio, dejando atrás Llucmajor y Campos antes de llegar a nuestro destino de hoy: Sa Rápita (desde la cual puede contemplarse la isla de Cabrera, famosa por su gran riqueza natural).
Ahora, tras haber disfrutado de una deliciosa cena mediterránea y habernos puesto al día en nuestras crónicas diarias, tan sólo nos queda decidir dónde pasaremos la noche y encaminarnos al sitio finalmente elegido (estamos valorando dos posibilidades: ocupar alguna terraza de adosado abandonado o hacer vivac en la cercana zona de dunas que se extiende entre Sa Rápita y Ses Covetes).
En cualquier caso, si no diluvia, es seguro que dormiremos profundamente, pues la acumulación de días de ruta comienza a notarse ya...
Besos y abrazos:
Manuel
Voto por el vivac, aunque lo de okupas también mola.
¿Así que CHICOS VIP?, vais a llegar a la meta hechos unos niños pijos ¡¡horror!!.
El Coleta, en la foto que está "ido", apoyado en la mesa, tiene aires de Alonso Quijano. No te rebotes que es broma.
Cuando termineis la ruta, nos vais a dejar "pá llá", con el enganche que tenemos....
Chicos, ya queda menos, disfrutad.
Bicos con pelín de resfriado.