transito por los bordes del silencio
dibujando las sombras de la noche,
avivando esas palabras sin grito,
esas voces apagadas del olvido.
recorro los jardines resecos,
las orillas desiertas
de los mares que ya no se agitan.
transito los silencios que nos callan,
la mortaja impuesta...
prendo fuego a los acantilados
donde arrojamos nuestras almas,
donde se despeñan nuestros sueños.
transito por la senda de los desheredados,
por esos bosques sesgados a sangre y fuego,
por esas vides ensangrentadas
de tanto fruto pisoteado...
transito los silencios
acallados de tanto silencio
de tanto no gritar
de tanta palabra maltratada.
Sí, qué mayor maltrato para la palabra que no poder decirse. O no ser escuchada. O no decirse porque nadie la escucha. El silencio...
Abrazos.