hasta el fin del tiempo
lloran los versos,
no de tristezas sino de felicidad
cuando sueñan que bailan
abrazados a un saltimbanco,
que corretean las nubes
a lomos de un triciclo,
que la lluvia es una dorada cascada
de frutas...
lloran los versos
al son del más melancólico baile,
cuando se funden con la más dulce sonata,
cuando los unicornios ya no pueden galopar.
lloran los versos
cuando los poetas pierden su musa,
cuando las metáforas olvidan su rima,
cuando los jardines aterciopelados dejan de brillar.
los versos ya no gritan
porque la ausencia los calla,
porque el olvido los atenaza...
pero los pájaros aún vuelan,
todavía revolotean entre las raices de los sueños,
aún siguen tejiendo sus nidos en los arrabales del cielo,
y continúan descubriendo nuevos horizontes...
lloran los versos
cuando te buscan entre los astros,
cuando el eclipse dibuja tu contorno...
cuando el grito se hace rumor...
los versos lloran
en ese baile, en esa fiesta,
en ese adios que suena a encuentro...
y en ese baile, en ese reencuentro,
nos convertimos en niños
correteando en las colas de los cometas,
en pelotas multicolores
que rebotan
por los confines del mundo,
y nuestros cuerpos
se derramarán por los ríos de la vida,
en los océanos del infinito.
en ese reencuentro
nos abrazaremos
y nos fundiremos con el firmamento
y perduraremos hasta el fin del tiempo.
no de tristezas sino de felicidad
cuando sueñan que bailan
abrazados a un saltimbanco,
que corretean las nubes
a lomos de un triciclo,
que la lluvia es una dorada cascada
de frutas...
lloran los versos
al son del más melancólico baile,
cuando se funden con la más dulce sonata,
cuando los unicornios ya no pueden galopar.
lloran los versos
cuando los poetas pierden su musa,
cuando las metáforas olvidan su rima,
cuando los jardines aterciopelados dejan de brillar.
los versos ya no gritan
porque la ausencia los calla,
porque el olvido los atenaza...
pero los pájaros aún vuelan,
todavía revolotean entre las raices de los sueños,
aún siguen tejiendo sus nidos en los arrabales del cielo,
y continúan descubriendo nuevos horizontes...
lloran los versos
cuando te buscan entre los astros,
cuando el eclipse dibuja tu contorno...
cuando el grito se hace rumor...
los versos lloran
en ese baile, en esa fiesta,
en ese adios que suena a encuentro...
y en ese baile, en ese reencuentro,
nos convertimos en niños
correteando en las colas de los cometas,
en pelotas multicolores
que rebotan
por los confines del mundo,
y nuestros cuerpos
se derramarán por los ríos de la vida,
en los océanos del infinito.
en ese reencuentro
nos abrazaremos
y nos fundiremos con el firmamento
y perduraremos hasta el fin del tiempo.
Entiendo perfectamente por qué lloran estos versos, como sé de esas lágrimas sin sufrimiento.
Preciosos tus poemas.
Un beso, poeta