esos susurros
corróen la raiz de los barrotes,
arráncan las espinas de las alambradas.
hacen que griten los mudos,
los ciegos,
y apagan el silencio de la noche.
susurros
desintegrados como el faro del horizonte
devorado en tempestades,
velado en la bruma del silencio.
tic tac deforme en el espacio,
en el tiempo,
en las manos derretidas de tanto soñar.
Benito, picha, una semanita y nos vemos, y nos escuchamos y preñamos el aire de versos, como tiene que ser.