Usted está aquí: Inicio / Alargaor / Blog / "Espejismos" ( by Manuel González Cháves )

"Espejismos" ( by Manuel González Cháves )

Hay catálogos, múltiples, de especies biológicas en peligro de extinción; pero desconozco si los hay de hábitats que corren la misma suerte. De haberlos; seguro que Huelva ciudad y su entorno periurbano ocuparían un lugar de máxima alerta.
Hay pocos lugares que teniendo, por su ubicación, una belleza tan singular y una riqueza tan generosa de recursos naturales, haya sido tan maltratado como lo ha sido, y lo sigue siendo, este espacio.
El desarrollismo salvaje, por lo agresivo y lo mal planificado, que invadió Huelva allá por los años sesenta, provocó la mutilación de una gran parte de los recursos inmediatos que encontraban sus habitantes a mano; recursos de economía familiar, de uso y disfrute de los espacios y de una futura explotación de los mismos en los márgenes de lo sostenible y lo racional...
El desarrollo industrial provocará bienestar económico y social, se vendió.
En realidad lo que se hizo fue hipotecar la vida de la ciudad y la de sus habitantes por tiempo indefinido, con el añadido de que esta hipoteca ha ido acompañada de la destrucción paulatina de esas vidas.
Una gran parte del entorno periurbano, en las extensiones marismeñas que se abren entre Huelva y el océano, fue inertizado para servir de soporte a una gama extensa de industrias químicas a cual más agresiva, más peligrosa y más contaminante. Desde entonces, Huelva y sus habitantes han sido literalmente atacados por tierra, mar y aire con todo tipo de vertidos en cuyo catálogo entran, sin el menor reparo, agentes cancerígenos, metales pesados y residuos radioactivos.
De poco sirve la evidencia de que Huelva es una de las ciudades más insalubres que existen en la actualidad; de poco sirve la constatación de que en Huelva existen índices alarmantes de determinadas afecciones broncorrespiratorias y de desarrollo de determinadas tumoraciones cancerígenas; de poco sirve la evidencia de que las balsas de fosfoyesos, a pie mismo de la ciudad y en una extensión que se aproxima a gran parte del casco urbano de la misma, con más de cien millones de toneladas en residuos derivados de las industrias de fertilizantes, emitan radiaciones que superan hasta en doscientas veces los índices permitidos como tolerables.
Las autoridades de todos los estamentos, municipales, provinciales, autonómicas y estatales, siguen posando su mirada cándida en otros horizontes. Siguen manipulando el baile de datos y estadísticas. Siguen colaborando con la silenciosa, pero letal, extinción de parajes y humanidades ...y se atreven, entre tanto, a calificar de terroristas mediáticos a quienes, como Canal 4 recientemente, ponen al alcance de la opinión pública las dimensiones reales de la situación y dejan en evidencia la falsedad de los argumentos con que quieren justificarla.
Incluso desde posiciones supuestamente progresistas de secciones sindicales, sigue defendiéndose como argumento de mayor peso el tema de los salarios que dependen de estas macabras industrias. Al mismo tiempo se oculta, posiblemente de manera deliberada, que estas industrias, las más poderosas, las más agresivas, se mueven en los ámbitos de la economía global, de las empresas transnacionales, o lo que es lo mismo, en el club de quienes no revierten en la zona agredida sus mayores beneficios y que se mueven por el único criterio de “aquí pago menos, aquí me instalo”. Son por tanto “una gallina de oro” con fecha de caducidad.
Y ...mientras tanto, a qué precio se lo están cobrando!
Y mientras tanto ...siguen lloviendo los disparates: ampliaciones de Enagas, térmicas de Endesa...
Y ...mientras tanto... no sólo Huelva, sino todas las poblaciones adyacentes a la misma por la zona sureste: San Juan del Puerto, Moguer, Palos de la Frontera, Mazagón... siguen conviviendo diariamente, además, con una bomba cuya casual reacción les borraría de los mapas en apenas unas horas.
No se trata de ninguna película de ficción.

Desde aquí quiero lanzar una invitación al contraste, a la reflexión y a la acción. Quiero invitaros a entrar en contacto con otras caras de la realidad; para ello dejo referencias en el documental “Mi Huelva tiene una ría” de Mavi Villatoro o en la página web www.onubenses.org desde donde pueden abrirse otros enlaces tales como www.utopiaverde.org , www.mesadelaria.org o el de la sección de Huelva de Ecologistas en Acción.
No es justo que el dinero siga siendo el "top one" de los espejismos.
...Huelva necesita respirar ...se asfixia!

Manuel González Cháves
Desde el corazón de la sierra de Huelva,
Marzo "˜06
....(tan grande como el suyo)...)

De un amigo de mi amigo
De un amigo de mi amigo dice:
29/03/2006 15:53

"Quiero"

Quiero que me oigas sin juzgarme.

Quiero que opines sin aconsejarme.

Quiero que confíes en mí sin exigirme.

Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí.

Quiero que me cuides sin anularme.

Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mí.

Quiero que me abraces sin asfixiarme.

Quiero que me animes sin empujarme.

Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí.

Quiero que me protejas sin mentiras.

Quiero que te acerques sin invadirme.

Quiero que conozcas las cosas mías

Que más te disgusten.

Que las aceptes y no pretendas cambiarlas.

Quiero que sepas...

Que hoy puedes contar conmigo...

Sin condiciones.

Jorge Bucay

manuel rubiales
manuel rubiales dice:
29/03/2006 15:55

Ahí, ahí, al cuello... Es una puta ironía que los municipios que nombras(entre otros) sean celosos en el cumplimiento de la normativa sobre residuos sólidos urbanos, policia sanitaria, de aguas, de alimentos, etc, al tiempo que siguen respirando la misma mierda de siempre. Ironía es que, por supuestos motivos de salud, se nos prohiba, como leprosos de lazareto o apestados medievales, encender un cigarro mientras inhalamos los vómitos humeantes de las fabricas y, vaya usted a saber, cuantas otras defecaciones de la rapiña industrial que nos rodea.
Somos pocos, pero somos ruidosos.

Fresas ahumadas. Sin palabras.
Fresas ahumadas. Sin palabras. dice:
29/03/2006 16:12

Mal rollo insostenible. Sin mil palabras
Mal rollo insostenible. Sin mil palabras dice:
30/03/2006 13:05

Fresas al titanio; fresones al dióxido de azufre; plantones al arsénico...Macedonia de fruta a la nouvelle cousine cancerígena.