En efecto, Paquita, pienso, aunque no soy entendido en esos temas, que la inteligencia (que para ser fructífera ha de ir acomañada por el sentimiento), se desarrolla mediante la comunicación (de ahí, tal vez, del hecho del lenguaje, se derive nuestra condición de animales racionales -bueno, algunos-). Pero para que haya comunicación es preciso, como premisa, que entre emisor y receptor haya algo que comunicar. Recuerdo que, al poco tiempo de abolirse la discrepancia, todo era tan uniforme, tan homogéneo, que todos en aquella sociedad pensabamos igual, o, puede, que no pensásemos, se había impuesto el pensamiento único, o, lo que es lo mismo, el no pensamiento. Cuando aquellos seres -que vivían aislados del resto del mundo, pero que pensaban en su seno de formas diversas, lo cual se traducía en dialéctica-, a los que creímos descubrir, nos encontraron, nosotros, la gran tribu, ya no teniamos nada que comunicarnos entre nosotros, ni tampoco con ellos.
Un abrazo
Rafa
Lo peor que les pudo pasar a la tribu es que fuera descubierta. El blindaje de su lenguaje tal vez era su última fortaleza.
Vino y besos.
¿Pensamiento simple? Parece que el cerebro sólo se desarrolla con la comunicación, o ¿me paso de lista? Quién sabe o que rondaría por sus cabezas.
Un beso, un verso -tuyo- y que disfrutes de tus días -y de tus noches-
PAQUITA