Surrealismo y Susanato
Susiyó se sube a un coche con otros cuatro andaluces, y cuando pretende ponerse al volante, se lo impiden. Y es que no se fían ni un pelo de sus habilidades para cualquier tipo de conducción, y temen, además, que a las primeras de cambio, pueda sufrir un antojo y que, por tal motivo, le dé por propinar una coz en el hígado al copiloto, arrojándolo del vehículo en plena marcha.
-¡Dejahme conducíh, cohone! Dehde luego que hay que veh como soih, como er perro'el hortelano. ¡Er no, er no, er no! Y to porque se la chupáih al malahe der Rajoy rajao y soih un contubernio surrealista bolivariano que me queréih amargá el embaraso. ¿Pa eso m'habéih votao, so siesoh?
Los otros cuatro se miran perplejos. De los ocupantes del vehículo sólo Susiyó se ha votado a sí misma. El resto o no ha votado o ha votado a otros. Pero Susiyó insiste.
-¡Venga ya, partía'e mamarrachoh! ¡Dejahme conducíh ya de una puta veh ya, que yo soy la mejón, er puto amo! ¡O echahle gí¼evoh y poneoh de acuerdo pa que conduhca otro!
Los otros, hartos de tanta prepotencia y soberbia, de escuchar tanto y tanto improperio, siguen su consejo. Y el coche va como una seda, mejor que nunca.
(Sólo 1 de cada 5 andaluces con derecho a sufragio activo -un 21,84%-, votó al PSOE en las pasadas elecciones autonómicas)