Siete haikus para un doce de febrero
I
¿El desconsuelo?
tu ausencia, la ansiedad
en mí renuncia.
II
Mi helado invierno
y tu azul primavera,
creando antípodas.
III
Dame un abrazo
que trascienda a mi cuerpo
y a tus pasiones.
IV
En pleno invierno
me anegas con tu aroma
de flor de mayo.
V
Feliz seré
el día que me abraces
sin ningún miedo.
VI
Aun en invierno
tu mirada me inunda
de primaveras.
VII
Es tu cariño
bálsamo que me alivia
del desconsuelo.
12 de febrero de 2006
EPILOGO
Ya no vendrá
el doce de febrero
la primavera.
3 de diciembre de 2006
¿El desconsuelo?
tu ausencia, la ansiedad
en mí renuncia.
II
Mi helado invierno
y tu azul primavera,
creando antípodas.
III
Dame un abrazo
que trascienda a mi cuerpo
y a tus pasiones.
IV
En pleno invierno
me anegas con tu aroma
de flor de mayo.
V
Feliz seré
el día que me abraces
sin ningún miedo.
VI
Aun en invierno
tu mirada me inunda
de primaveras.
VII
Es tu cariño
bálsamo que me alivia
del desconsuelo.
12 de febrero de 2006
EPILOGO
Ya no vendrá
el doce de febrero
la primavera.
3 de diciembre de 2006
El Haiku 3 es genial. Con cúanto miedo nos abrazamos los seres humanos, y cómo se siente éste en la persona que tenemos enfrente. El motivo amor/primavera e invierno/desconsuelo es típicamente de la poesía mediterránea, aunque no hay que llegar a los extremos del Cursiantoniogala, que dice que los poetas alemanes, con ese clima, emocionan siempre menos que nuestro folklore. Sin embargo, nadie como el poeta ruso para cantar lo dramático del largo invierno de esas tierras. Para mí, más desolador es el verano andaluz, aunque cada cuál tiene sus gustos.