Bueno, aquí podría decirse que el frío y el mármol, aún constituyendo metáforas, son circunstanciales. En principio pensaba más en una metamorfosis salobre y de fuego. Pero me pareció demasiado evidente.
Un cálido abrazo de oruga.
Rafa
Recibido
A PAQUITA y a RAFA CON MI PROXIMIDAD:
En la crisálida de la noche
tu (b)e(r)so me abraza
luego, con la luz del día,
me vuelvo de nuevo oruga
mas en mi cuerpo de gusano
siento el germen de unas alas.
Quise abandonar ese sueño, daba vueltas sin fin, las hojas se pegaban a mi piel pero no encontraba mis manos ¿dónde estaban ?. Finalmente desperté ¡era sólo un sueño!, me dije. Descalza y a oscuras bajé las escaleras, preparé un poleo con miel.
¡Ese escozor en mi piel, la sensación de hojas adheridas...! ... entonces lo ví: mis múltiples pies rodeando el vaso: era una oruga fuera de su crisálida.
Rafa, toda aplicadita que "toy" y, venciendo mi "miedo escénico" y mi timidez, te envío "la tarea", ja.
No te cortes en hacerme los comentarios que te apetezca...
Un abrazo a todos.
Bueno, Milena, la verdad es que me ha encantado. No es coba, es la verdad. Creo que, si no lo tienes ya, deberías abrirte un blog y escribir todas esas cosas que se te pasan por la cabeza. Para que no se quedén ahí y haya quien tenga oportunidad de compartirlas. Yo te leería.
Un abrazo
Rafa
Muchas gracias, Rafa.
Que te haya gustado es halagador, ya sabes, yo sólo soy una (im)paciente en tu terapia poética.
Abrazos a todos
SEGUIMOS CON EL FRÍO Y CON EL MÁRMOL.
Y que tal la metamorfosis de la mariposa, la que le da alas, la que la hace libre, la que la eleva del suelo, la que lleva en un vuelo.
Un abrazo ... y me voy a hacer la compra.
PAQUITA